Venciendo los deseos sexualesMuestra

 CAPÍTULO VIII

¡SÍ PUEDES!

Dios te bendiga mucho más jovencito que me lees, y adulto también. En este momento, quiero impartir sobre tu vida el milagro y la liberación de la atadura sexual a la masturbación que experimenté. Esta maldición, que es un monstruo silencioso, va acabando con tu vida poco a poco. 

Muchos dicen que es una autoexploración, pero te digo que eso es una malicia del diablo para quitarte la dignidad y robarte la plenitud que hay en el sexo con tu esposa en el futuro, si es tu caso como lo es el mío, pero también sé de esposos que aún sufren este mal. 

Una vez te metes en esa acción de autocomplacencia, te va a costar salir porque esto es totalmente espiritual. Así que la única salida es Jesús. Sí, te dije Jesús. ¿Cómo Jesús puede ayudarme a salir de esto? Te respondo ahora mismo: necesitas hacer una oración de renuncia y aceptar a un hombre en tu vida del cual, según la palabra, no se halló pecado. Jesús te va a dar fortaleza como me la dio a mí. 

Tenía una vida llena de mentiras hacia mí y hacia los demás. Me masturbaba de manera consecutiva cada vez que tenía alguna dificultad en el trabajo, en la iglesia, en la familia. Esta era una forma estúpida de desahogarme que me tenía atado porque me alejaba de Dios, ya que me tocaba ir a la iglesia y me sentía indigno, no oraba y, precisamente, eso es lo que busca el diablo a través de este pecado oculto en tu vida. Pero no hay nada que Jesús no pueda perdonar y que su sangre no pueda limpiar.

Si hoy estas luchando contra la masturbación te digo que debes hacer esta oración de renuncia ahora mismo.

Repite conmigo:

Señor Jesús, hoy quiero reconocer mi condición ante ti. Reconozco que he llevado una vida desordenada. Reconozco, hoy, que mi intimidad contigo ha sido manchada con esta acción, por la cual no he mostrado verdadero arrepentimiento, pero quiero arrepentirme de todo corazón de todo pecado oculto, de todo mal que me separa de ti.  Renuncio a todo pecado sexual con el que haya estado involucrado en el pasado, incluyendo fornicación, masturbación, perversión, pornografía y adulterio, en el nombre de Jesús. Ordeno a todo espíritu de lujuria y perversión que salga de mi estómago, mis genitales, mis ojos, mi mente, mis manos y mi sangre en el nombre de Jesús. Ahora mismo, presento mi cuerpo como un sacrificio vivo y agradable como lo dice tú palabra en Romanos 12:1: "Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios". Desato el fuego de Dios sobre mi vida para quemar todo aquello que me haga caer, en el nombre de Jesús. Espíritu Santo, lléname de ti, llena cada espacio de mi ser. 

Soy Luis Moreno @luismoreno17 y llevo casi 2 años sin masturbarme ni ver pornografía y más de 4 años sin fornicar. De esta manera, me guardo para el Señor y para mi futura esposa. 

Esto solo lo hace Jesús. 

Dios te bendiga. Si yo puedo, tú también.