El Dador De La GraciaMuestra

Día Cuatro: Calculando El Precio 

¿Cuántas veces has estado ansioso por que ocurra algo grandioso en tu vida, solo para enterarte cuánto te costaría? Si hubieras sabido de antemano el costo, ¿lo pensarías de nuevo? Jesús les dijo a los discípulos que pensaran bien el precio de seguirlo, porque les estaba pidiendo que entregaran todo. Si, lo leiste bien. ¡Todo!

Pedro pudo experimentar de primera mano la autoridad, la humildad y el amor de Cristo. Él fue testigo de las sanidades, del perdón, la manera de calmar los mares; en última instancia, el poder de Cristo sobre toda la creación. Aun así, quería mostrarse digno, declarando: ¡Aunque todos los otros discípulos se aparten, yo jamás lo haré! ¡En su propia fuerza, seguiría a Jesús, o moriría en el intento!

Entonces, tal como lo predijo Jesús, Pedro negó su relación con Él, no una sola vez, sino tres veces después del arresto de Jesús. En su tercera negación, ¡Jesús se volvió y lo miró! ¿Puedes imaginar la agonía de Pedro? ¡Cometió el mismo acto que había dicho que moriría antes de hacerlo, y todo esto lo vio Jesús! Entonces, mientras Pedro lloraba amargamente, llevaron al Señor a morir la muerte de un pecador.

En las palabras de Oswald Chambers en su libro En pos de lo supremo, “Pedro no esperó a Dios. Hizo sus propios cálculos respecto de dónde llegaría la  prueba, y le llegó donde no la esperaba. La declaración de Pedro fue sincera, pero hecha en ignorancia. No podía seguir a Jesús porque no se conocía a sí mismo ni medía sus propias capacidades lo suficientemente bien."

Es la revelación completa de lo que Jesús estaba tratando de enseñarles todo el tiempo a ellos, y a nosotros también. El Reino viene a través del sacrificio, no por la ganancia. La fuerza del pueblo de Dios está en su humildad y dependencia de Él. Él no desea sacrificio a medias, solo una parte de nuestro corazón o una parte de nuestra vida. Él desea cada parte de todo. No tenemos que demostrar nada para Él; solo rendirnos.

Reflexión: ¿Qué tienes que sacrificar para vivir una vida totalmente entregada a Jesús?

Oración: “Señor, perdóname por los momentos en que no te entregué todo lo que pude. Ayúdame a entregar todo para seguirte mejor. Amén."