¡Reedifiquemos!Muestra
Jerusalén…
Hemos avanzado un día más; eso significa que no nos hemos quedado de brazos cruzados. Reconocimos nuestra condición de oprobio y confesamos nuestra responsabilidad espiritual al respecto. Decidimos no quedarnos lamentándonos y dar un paso hacia la acción de reconstrucción.
Ahora bien; hablemos del lugar donde se lleva a cabo el proyecto de reconstrucción, Jerusalén. ¿Por qué es importante hablar de Jerusalén? Porque Jerusalén es nuestra promesa futura.
Cuando el pueblo de Israel, juntamente con el profeta Daniel fueron llevados cautivos a Babilonia; el rey firmó un edicto que impedía que cualquiera presentara alguna petición a ninguna persona o dios que no fuese el rey. Esto por supuesto, no solo intentaba poner en evidencia a Daniel y a quien invocare el nombre de Dios, sino también buscaba provocar temor, al punto de impedir la oración. Sin embargo, la Escritura nos revela la reacción del profeta Daniel.
Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes. Daniel 6:10
La reacción de Daniel, nos demuestra la importancia no sólo de la persistencia de la oración aun en los peores momentos, sino la importante representación de Jerusalén para el pueblo de Dios.
La promesa del pueblo de Dios, era habitar en esa tierra; su tierra. Así que Daniel, sin ningún temor, se arrodillaba tres veces al día, con las ventanas abiertas y mirando hacia Jerusalén, dando gracias anticipadas al cumplimiento de esa promesa. Jerusalén, sigue siendo la promesa del pueblo de Dios; una nueva Jerusalén reconstruida que descenderá del cielo.
Nuestro primer paso es elevar una oración a Dios, demostrándole que ante el oprobio que vivimos, no tendremos temor. Que ante tantos meses en los cuales se nos ha dicho repetidas veces y por todos los medios que nos mantengamos encerrados en casa; hemos decidido abrir nuestras ventanas hacia "Jerusalén" y que trabajaremos incansablemente hasta que veamos nuestra promesa reedificada y habitemos en ella.
Acerca de este Plan
Estamos viviendo tiempos de oprobio. Las circunstancias que estamos viviendo hoy, no son muy diferentes a las que enfrentó Nehemías. Si Dios amaba a Jerusalem, ¿por qué estaba su muro caído y sus puertas quemadas? Si era la ciudad Santa, ¿por qué estaba en oprobio? Aunque hoy parezca que está todo arruinado ¿que tal si reedificamos y desechamos el oprobio?
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Tabernáculo de Evangelización por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/pastoraglendalizamador