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Las Puertas…
Ya entendimos la importancia del terreno donde reedificamos; porque esa es la base. Nuestra base es la promesa de Dios y en su promesa abundan nuestras bendiciones.
El muro de Jerusalén debía contener doce puertas, al menos conforme al libro de Nehemías. Y estas debían ser restauradas juntamente con el muro. Son estas puertas, las que hoy también están destruidas, por lo que necesitan ser reedificadas, dado a lo que ellas representan.
Comencemos ahora a identificar cada puerta y la importancia de su estructura:
#1 La puerta de las Ovejas
Esta era la puerta usada para que entraran los animales para sacrificio. Jesús es el Cordero del mayor sacrificio. Ahora es Jesús mismo quien representa esta puerta. ¡Él es la puerta!
El libro del evangelio según Juan y capítulo cinco, nos relata la historia con respecto a un estanque en Jerusalén; el estanque de Betesda. Este tenía cinco pórticos y cerca a la puerta llamada, la puerta de las ovejas, yacía una multitud de enfermos que esperaban el movimiento de las aguas. De vez en cuando, descendía un ángel y las aguas se movían; quien se sumergiera primero en las aguas quedaba sano de cualquier enfermedad.
Así como muchos pasaban por aquel estanque y seguían de largo, hemos estado tan entretenidos en asuntos extraordinarios de nuestra vida, que por mucho tiempo dejamos de prestar atención a esta puerta y todos los que están cerca de ella, pero que no han entrado por ella. Hemos seguido de largo, mientras las almas se encuentran en espera de que alguien les conduzca a la puerta que les lleva a la salvación y la sanidad del alma.
Esta es la primera puerta que necesitamos reedificar, la puerta que conduce a la salvación. Si Nehemías sabía muy bien que esta puerta debía tener prioridad en aquel entonces; cuanto más para nosotros que ya hemos conocido esa salvación.
Que tal si hoy te propones hablarle a alguien que esté cerca de ti y que necesita entrar por esa puerta. Ese compañero de trabajo, esa cajera a quien ves constantemente en el supermercado o quizás ese familiar que puede estar en una gran necesidad. Anda y toma las herramientas que Dios te ha proporcionado y comienza a reedificar.
No hay mayor bendicición que saber hemos sido instrumentos para salvación.
Acerca de este Plan
Estamos viviendo tiempos de oprobio. Las circunstancias que estamos viviendo hoy, no son muy diferentes a las que enfrentó Nehemías. Si Dios amaba a Jerusalem, ¿por qué estaba su muro caído y sus puertas quemadas? Si era la ciudad Santa, ¿por qué estaba en oprobio? Aunque hoy parezca que está todo arruinado ¿que tal si reedificamos y desechamos el oprobio?
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Tabernáculo de Evangelización por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/pastoraglendalizamador
