Encontrando El CaminoMuestra
Ya habiendo establecido que Dios es el creador de absolutamente todas las cosas incluyéndonos a nosotros, podemos entender que la mente maestra es Él. Todo lo de nuestro alrededor, los estándares, la cultura, etc. ha sido producto creado por el ser humano, más no es lo que creó al ser humano. No solo eso, si tú ya has creído que Jesús es Dios y has recibido esa salvación, ya no solo eres una creación de Dios como el resto del mundo, sino un hijo de Dios.
Salmo 139:13-16 dice, “Tú, Señor, diste forma a mis entrañas; tú me formaste en el vientre de mi madre! Te alabo porque tus obras son formidables, porque todo lo que haces es maravilloso. ¡De esto estoy plenamente convencido! Aunque en lo íntimo me diste forma, y en lo más secreto me fui desarrollando, nada de mi cuerpo te fue desconocido. Con tus propios ojos viste mi embrión; todos los días de mi vida ya estaban en tu libro; antes de que me formaras, los anotaste, y no faltó uno solo de ellos.” (RVC) Eres conocido por Dios. Tu identidad va más allá de lo terrenal, tu identidad se encuentra en tu Creador, en tu Padre, en tu Salvador. Es crucial entender estas palabras, por lo tanto te invito a que las leas una y otra vez hasta que tengan sentido en tu cabeza. La razón para entender y creer en esto es crucial y es porque este mundo ofrece máscaras temporales basadas en tu orientación sexual, preferencias alimenticias, status socioeconómico, entre otros, para "asignarte" una identidad y decirte quién se supone que eres. Cuando no sabemos quién es nuestro Padre y lo que eso significa para nosotros, somos fácilmente arrastrados por los vientos de este mundo al momento de sufrir su rechazo.
El enemigo va a tratar de distraerte con estándares superficiales, con condenación y culpabilidad por errores pasados, con mentiras que contradicen las verdades que Dios ya ha hablado sobre sus hijos, pero la realidad es que todo eso solo tiene el peso que tú y yo decidamos darle. He ahí la importancia de estar plantados en la verdad de que si ya somos salvos, entonces somos hijos de Dios, amados, perdonados, coherederos con Jesús y con un propósito en específico que ha sido establecido a precio de sangre.
Acerca de este Plan
Sin importar la edad o temporada de vida, como seres humanos anhelamos entender quiénes somos y para qué estamos en esta tierra. Hay muchas voces y corrientes de la cultura que a veces nos abruman y confunden. En este devocional de 7 días aprenderemos verdades básicas sobre la identidad, propósito y llamado que seguro te van a equipar para caminar en seguridad.
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Nos gustaría agradecer a Edyah Barragan por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.edyahbarragan.com/libro