Vestidos Con La Armadura De Dios en Nuestro TiempoMuestra

Unos buenos zapatos…

"y calzados los pies con el *apresto* del evangelio de la paz." Efesios 6:15

Según algunos diccionarios bíblicos, la palabra usada para pie en este verso (pous) es la parte del cuerpo que se usa idiomáticamente para denotar movimiento o acción.

Y es cierto, no pensamos en un pie sentado en una silla; es inevitable pensar en corredores o caminantes, si nos mencionan la palabra “pie”.

Tampoco pensamos en una carrera, ni una larga caminata, estando descalzos.

La palabra apresto se asocia a preparar o disponer algo. Por ejemplo: “Dame unos minutos que me apresto para salir y ya estoy contigo”.

También llama mi atención el otro uso para esta palabra: “sustancia utilizada para aprestar un tejido: es decir, para otorgarle consistencia y lograr que luzca mejor. 

El evangelio mismo ha de ser el sólido cimiento del creyente, estando su manera de vivir en conformidad con él y, por ello, un testimonio de él.

Unas sandalias sencillas, pueden lucir bonitas y ser “cómodas” para recorrer largos caminos; pero, vamos a continuar hablando de una típica armadura romana y viendo cual sería la característica de una Sandalia o Caligae.

Las suelas de cuero de unas sandalias romanas, estaban incrustadas con tachuelas o pedazos de piedra para mejorar la tracción y eran atadas a los pies con múltiples correas de cuero; eran adecuadas para marchar y pelear. Un comentario adicional es que calzaban más cómodamente con el uso.

Los cristianos debemos estar no solo en posición de arranque para contarles a otros de la verdad, sino estar bien afianzados en lo que creemos.

Predicar el evangelio es un mandato del Señor a su iglesia, y el cumplimiento es de suma importancia, al hacerlo damos luz a un mundo de oscuridad y mostramos libertad a aquellos que están sometidos al pecado.

Recuerda que el calzado que usan los corredores es especial, tienen una serie de características no solo para mantenerte en la pista, sino para que tu arranque sea efectivo y FIRME; cualquier otro calzado, hará que el deportista, por profesional que sea, resbale solo en el arranque.

Que nuestros pies estén listos para salir a llevar las buenas nuevas, y que estemos bien calzados para no resbalar ni dudar en lo que compartimos a otros.

Ceñidos a la verdad (a Cristo), confiados en que somos salvos por nuestro Señor y dispuestos a que otros conozcan que pueden vestir esta armadura. Dios nos acompañe.