Un Lugar en La MesaMuestra

¿Estás seguro qué es por aquí? 

Es viernes por la tarde, has tenido un día largo, llegas a casa y lo único que deseas hacer es prender el televisor mientras comes algún snack. Escapar de tu realidad por un momento y pensar que todo estará bien. 

Repentinamente suena el timbre, echas un vistazo a la ventana y te das cuenta de algo asombroso. 

Jesús está parado en tu puerta. Enseguida te pones tus zapatos, sales lo más pronto posible para saber por qué está ahí. 

Al abrir la puerta te pregunta, ¿Te gustaría ir a cenar conmigo? Sé la semana por la cual has pasado. No ha sido nada fácil. 

Tú, sin pensarlo dos veces, respondes: Sí, quiero cenar contigo. Corres por una chamarra.

Comienzan a caminar por la calle, empieza a oscurecer más mientras transcurren los minutos. Ustedes dos siguen caminando. 

De pronto el ambiente se torna un poco alarmante, comienzas a preocuparte por la hora. Definitivamente tú sabes que esos rumbos no son los más apropiados para estar allí a altas horas de la noche. 

Miras a tu alrededor; todo parece peligroso. Empieza a crecer en ti la sensación de miradas clavándose en ustedes. Puedes escuchar murmullos y ruidos extraños. 

Después de varios minutos rompes el silencio. Le preguntas a Jesús, «¿Estás seguro que es por aquí?»  Él voltea Su rostro, te mira y dice, «¡Seguro! Confía en mí».

Observas tal confianza y certeza en su respuesta. Lo sigues a pesar de que las condiciones que te rodean no parecen ser las más favorables. 

Repentinamente Jesús entra en un callejón. De pronto, una luz cálida disipa la oscuridad mientras contemplas a lo lejos una mesa con un banquete enorme.

Te asombras de ver una variedad de frutas, las más brillosas que jamás has visto. La mesa se encuentra llena de tus platillos favoritos; todo aquello que disfrutas comer se encuentra en esa mesa. 

Jesús te invita a tomar asiento. Mientras dan gracias por los alimentos es revelado a ti lo siguiente: Todo lo que te preocupaba ha desaparecido. 

Encuentras tu alma en paz. Lo único importante en ese momento es estar con Jesús; lo demás ya no tiene importancia. ¡Estás a la mesa con el Maestro! 

Jesús prepara una mesa para nosotros en presencia de todo aquello que nos preocupa, nos aflige y nos llena de temor. Es ahí donde podemos habitar confiados, sabiendo que Él tiene lo mejor para nosotros siempre y cuando decidamos seguir caminando junto a Él para llegar a ese lugar en donde ya todo lo demás no tiene importancia, sino sólo el hecho de estar juntos, Jesús y tú. 

Te invito a meditar en esto mientras escudriñamos lo que Dios tiene para nosotros en su Palabra.