Dios Sigue HablandoMuestra

En la biblia, muchas palabras son traducidas del idioma original a otra que si bien tienen el mismo significado "literal" en mi idioma, la connotación original puede variar.

Es similar a cuando un extranjero visita distintos países en Latinoamérica y una palabra en castellano, en "español", en "dominicano", "boricua", "mexicano", "suramericano", puede tener significados totalmente divorciados uno del otro según el país.

Por eso cuando leí este verso y el anterior (2 Corintios 7:9), llamó mi atención las palabras repetidas: entristecidos y tristeza.

Entré a buscar las palabras en un diccionario bíblico y es la misma repetida en ambos versos.

Es decir que la palabra tristeza (lypē), usada 2 veces en este verso, es la misma, literal y con la misma connotación.

El sentimiento de la tristeza es el mismo, en y fuera del Señor.  La sensación del nudo en la garganta, es igual, las lágrimas en y fuera del señor son igual de saladas.

La diferencia está en donde vivimos este sentimiento tan amargo: Bajo la protección de Dios y seguros o bajo las desesperanzas del mundo.

Yo he llorado por las mismas razones antes y después de ser salva por Cristo.  Cuando no le conocía y caía, sentía que ya no tendría nada que hacer después de un desastre, les cuento que dejé de apegarme a la vida varias veces, porque el pesar me consumía; la misma caída en el Señor, para el mundo pudo ser mi fin y motivo suficiente para declararme muerta y sin esperanza; pero ya mi seguridad NO está en el mundo y si caigo, lloro con el mismo dolor, pero sabiendo que existe un consolador que me levanta y tiene un propósito conmigo.

Ser creyente no te aparta del dolor, pero saber que quien está en ti es mayor que cualquier desgracia que te quiera carcomer tu alma, te levantará con más fe, por saber que nada puede apartarte de su amor y misericordia.