IdentidadMuestra
Día 1: Nosotros no necesitamos tener el control, porque Dios tiene el control.
Oración: Dios, ayúdame a recordar que Tú tienes el control y puedo confiar en Ti. Amén.
Lectura:
La sensación de tener el control es buena. Incluso de niños, queríamos decidir qué comer y cuándo ir a dormir, no nuestros padres. Hay algo muy atractivo en ser el que decide un resultado, pero ese anhelo de ser el que está a cargo también puede alimentar una falsa creencia común: yo debo tener el control para estar a salvo, seguro, y satisfecho.
Por ejemplo, nos podemos sentir más seguros en un viaje en carro cuando estamos en la silla del conductor (control), confiando en nuestra habilidad de reaccionar rápido para evitar un choque peligroso.
Nos podemos sentir más seguros cuando somos la única persona con acceso a la cuenta bancaria familiar (control) porque nos podemos asegurar de que ese dinero haga lo que queremos.
Nos podemos sentir más satisfechos cuando somos los que planeamos las próximas vacaciones (control) porque conocemos los mejores lugares para ver, y las mejores opciones para cenar.
Pero ese "control" a última instancia es una ilusión, ¿verdad? Todos hemos experimentado el mal clima, o una emergencia inesperada que tiró por la borda todos nuestros planes bien elaborados. Después de todo, no podes controlar todo por completo, ¿no?
El rey Salomón, el que ha sido llamado como el hombre más sabio que ha existido, escribió estas palabras:
Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; más el consejo de Dios permanecerá.(Proverbios 19:21)
Nosotros no necesitamos tener el control, porque Dios tiene el control.
Si bien es posible que nosotros no tengamos el completo control de nuestras vidas, podemos recostarnos en Aquel que sí lo tiene. Tenemos una perspectiva limitada, viendo solo lo que nos afecta, pero Dios tiene una perspectiva ilimitada, Él ve el pasado, el presente, y el futuro de todo y todos.
Si bien es posible que no entendamos completamente por qué a veces las cosas se van de lado en la vida, sabemos que Dios nos ama, y le importa qué sucede con nosotros. Incluso cuando nuestras vidas no van de la manera que esperábamos, sabemos que Dios no es sorprendido, y que Él está con nosotros, además, Su gran propósito va a prevalecer.
Sí, puede ser frustrante cuando no tenemos el control. Puede ser decepcionante y doloroso cuando nuestros planes de desmoronan, pero vale la pena recordar que:
Incluso cuando me siento en control, la verdad no lo estoy.
No importa lo que pase, Dios está conmigo.
Los propósitos de Dios terminarán por cumplirse.
Reflexión:
¿En qué áreas de mi vida me encuentro luchando conmigo mismo por tener el control, y cómo puedo recordar que debo confiar en Dios con esas cosas esta semana?
Escrituras
Acerca de este Plan
Lo que creemos de nosotros mismos, forma nuestra identidad. Desafortunadamente, cargamos con un número de falsas creencias. Esas falsas creencias, no sólo impactan cómo nos vemos a nosotros mismos, sino que también nos roban la posibilidad de tener una vida más satisfactoria. Lee aquí algunas falsas creencias que comúnmente, las personas tienen sobre ellas mismas y las creencias verdaderas con las cuales deben reemplazarlas.
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