IdentidadMuestra

Día 2: Gracias a Jesús, soy suficiente.

Oración: Padre Celestial, gracias por adoptarme, por hacerme parte de tu familia y hacerme una nueva criatura. Amén.

Lectura:

¿Alguna vez pensaste que sin importar cuán duro tratas o cuánto te esfuerzas por lograr algo, nunca es lo suficientemente bueno? ¿Alguna vez sentiste que siempre te quedas corto y no alcanzaste las espectativas de los demás? No estás solo. La mayoría de nosotros ha creído eso en algún punto de la vida:

No estoy a la altura.

No lo merezco.

No soy suficiente.

Lo que creemos de nosotros mismos influye poderosamente sobre nuestro comportamiento. 

Si realmente creemos que no somos lo suficientemente buenos, que no merecemos amor, nos esforzaremos por comportarnos de una manera que creemos que nos ganará la aceptación de alguien. Nos sentiremos culpables y avergonzados cuando no logremos alcanzar el estándar o espectactiva de esa persona. Es una forma agotadora de vivir.

Pero, ¡hay otra forma! 

Cuando confiamos en Cristo, Dios nos adopta y nos hace parte de Su familia. Nos hace Sus hijos. Si no nos comportamos como Sus hijos, es porque no hemos comprendido la extensión maravillosa de lo que hizo cuando nos redimió a través de la muerte y resurrección de Su Hijo.

Así que, ¿quién dice Dios que somos? El Apóstol Pablo escribió a los seguidores de Jesús del primer siglo en la ciudad de Corinto:

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas"(2 Corintios 5:17).

Este pasaje nos dice que cuando nos hacemos cristianos y ponemos nuestra confianza en Jesús, somos hechos nuevos. Eso significa que podemos experimentar libertad viviendo la vida que Dios diseñó para nosotros, una vida en la que nos vemos a nosotros mismos como dice Dios de nosotros y lo que somos. 

Y gracias a Jesús, Dios dice... eres suficiente.

Eres amado.

Tienes un propósito.

Perteneces.

Eres SUYO.

Creer que eres suficiente gracias a Jesús puede cambiar tu perspectiva totalmente. Puede traerte libertad que nunca pensaste posible. Puedes descansar y ser alentado por lo que Dios dice de ti. Cuando te sientas cansado, puedes enforcarte en estas verdades que cambiarán tu mente y tu corazón. 

Reflección: 

¿En qué areas sientes que no eres suficiente? ¿Cómo te puede ayudar recordarte a ti mismo que Dios te acepta y aprueba? Si esa verdad llega a lo más profundo, ¿cómo podría cambiar tus emociones y acciones?