Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Construyendo HumildadMuestra

Construyendo Humildad

DÍA 5 DE 7

En este pasaje de Juan 13:4-20 se observa como Jesús les ordenó a sus discípulos que mostraran la misma humildad que él mostró al lavarles los pies. El ejemplo de Jesús debía marcar su actitud y su acción. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis (Juan 13:15-17)

La humildad: vehículo para el servicio a otros

La humildad es la negación de nuestro egoísmo, del deseo de gratificación individualista, de la vanagloria y de la excesiva ambición personal; nace del puro altruismo, del deseo de ayudar a otros. Obviamente la humildad es fruto del amor fraternal por las personas, que se expresa en el deseo de servir y ayudar a otros. La humildad es el vehículo a través del cual viaja nuestro servicio y ayuda a otros; no podemos servir si estamos demasiado concentrados en nosotros mismos.

La sabiduría se asocia con la humildad

Donde hay humildad hay sabiduría. “Más con los humildes está la sabiduría” (Proverbios 11:2a). Sin humildad no hay conocimiento de sí mismo y, por tanto, falta la sabiduría. La humildad viene de la conciencia que se tiene de sí mismo, lo cual requiere autorreflexión, que es la puerta para el autoconocimiento. Pero para el orgulloso el autoconocimiento se hace difícil, ya que la soberbia y la arrogancia que acompañan al orgulloso, ensombrece su conciencia. Por eso bien dice el dicho: “Donde hay soberbia hay ignorancia”.

El siguiente paso después que es conseguido el conocimiento propio, es aceptar la propia realidad. Esto resulta difícil para el orgulloso porque la soberbia se rebela cuando la realidad no es favorable o confirmatoria de las cualidades personales. 

Por otra parte, el humilde, dada su predisposición a aceptarse tal como es, con sus fortalezas y sus debilidades, está más abierto a recibir las correcciones de los demás; eso pone a su disposición los conocimientos y experiencias de otras personas, lo que lo enriquece. “El humilde muestra su sabiduría aceptando la corrección y considerando positivamente las opiniones de los demás” (P. Luis Carlos Aparicio Mesones S.M). P. Bernhard Haring lo dice magistralmente: “Sólo el verdaderamente humilde es capaz de apreciar digna y noblemente las cualidades y ventajas del prójimo”.





Día 4Día 6

Acerca de este Plan

Construyendo Humildad

La humildad es una virtud esencial en la vida. La humildad: reconocer lo que somos, sin exagerar ni minimizar. La persona humilde tiene conciencia de sus habilidades y capacidades propias, y como no tiene nada que demostrar, está más abierta a aprender y a reconocer sus errores, así como a apreciar el valor de las otras personas.

More

Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por brindar este plan. Para mayor información por favor visite: https://vidaefectiva.com/