Si Eres Hijo... Eres SoldadoMuestra

No Te Dejes Vencer

Como soldados del Ejército Divino, sabemos que nada bueno podemos esperar de este mundo ni de los que hacen parte de él. Tenemos que ser conscientes de esta verdad, a veces nos enredamos fácilmente con el mundo y con los del mundo; fácilmente caemos en sus trampas disfrazadas de bondad, éxito y bendición, desconociendo la fuente que los influencia, su propia maldad y el reino de las tinieblas. Nada bueno puede salir del mundo ni de los que están alineados al mundo porque no aman a Dios, porque si no viven para Dios, viven para el príncipe al que le sirven, porque son hijos de desobediencia y los hijos de desobediencia le sirven a satanás y a su reino.

No podemos confiarnos, el enemigo es astuto; él y sus huestes de maldad son expertos en actuar con inteligencia para burlarnos, dañarnos y especialmente distraernos de los propósitos de Dios. ¡Ojo! tenemos que estar alertas, con los ojos muy abiertos y los oídos muy atentos. El enemigo se viste como ángel de luz para engañarnos y hacernos caer en sus trampas. Tenemos que estar siempre alertas y vigilantes, conscientes de que en todo momento estamos de batalla, que la vestidura o armadura que nos ha sido dada para pelear en ningún momento nos la podemos quitar.

El Espíritu de Dios nos guiará a toda verdad para saber cómo debemos enfrentar cada ataque; mientras más nos adentramos en la presencia del Señor, mientras más comunión tengamos con Él, más lo vamos a conocer, mejor entendimiento vamos a tener de sus propósitos, más conscientes vamos a ser de su voluntad y más fuertes vamos a estar para enfrentar las batallas que se vengan. 

Vamos a avanzar firmes y confiados en Cristo Jesús, porque Él está con nosotros y nosotros peleando para Él y para sus propósitos. El miedo podrá venir y quizá habrá momentos en los que nos amedrentemos; pero aún así vamos a avanzar porque su Espíritu no permitirá que nos acobardemos ni nos rindamos. Sin embargo, si el miedo triunfa sobre ti, habrás perdido la primer batalla; si sientes temor es porque no conoces a Dios y si no conoces a Dios es porque no estás en comunión con Él y has dado lugar a las distracciones del enemigo que poco a poco te irán debilitando hasta que sepa en qué momento te puede atacar y vencer. No te dejes vencer ¡Levántate soldado y pelea! Ve y ponte a cuentas con tu General "Cristo Jesús" y endereza tu accionar para que seas reestablecido en el lugar de batalla en el que debes estar para experimentar su victoria.