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El entorno correcto 

¿Alguna vez has estado en el área de fumadores de un restaurante? Tal vez en un evento o recital. Puede que tú mismo no hayas fumado, pero al llegar a tu casa te diste cuenta de que tenías un fuerte olor a cigarrillo. 

Uno no suele notar el olor que se le ha pegado hasta que cambia de ambiente. ¡Qué importante es el entorno en el que estamos plantados!  

Es esencial estar plantados en la casa del Señor, en un ambiente saludable donde se predica con fe, donde se habla a tu potencial, se apunta a un futuro mejor; donde no se te condena, sino que se te empodera para que te levantes y entres a todo lo que Dios ha preparado para tu vida. Esa es la clase de entorno que debe determinar el tipo de cosas que se te pegan. 

En Hechos 28:6, leemos que la serpiente no solamente había mordido a Pablo, sino que se le había pegado a la mano. Cuando él sacudió su mano, la serpiente cayó al fuego. 

Estoy seguro de que la preocupación de Pablo no era tanto por la mordida, sino por el efecto que el veneno podía causar en su cuerpo. 

En nuestras vidas, es el efecto de aquellas cosas incorrectas que se nos pegan, lo que nos puede dañar, afectar y limitar. El mundo tiene una ideología “pegadiza”, una perspectiva que puede tener un efecto negativo en tu vida. Y el enemigo usa esas cosas para corromper el mensaje del Evangelio y llevarnos a vivir de manera incorrecta. 

¿Qué se te ha pegado que tienes que sacudir de tu vida? ¿Qué llevas encima y tal vez ni te das cuenta de que está ahí? 

Es nuestra responsabilidad tomar autoridad sobre las cosas que se nos pegan y sacudirnos constantemente de lo incorrecto, que busca dañarnos y limitarnos. 

Oración: Señor, ayúdame a permanecer plantado en tu casa, quiero que se peguen a mi vida las cosas correctas, todo lo bueno y todo lo puro. Ayúdame a reconocer y quitarme de encima las cosas negativas, provenientes de entornos incorrectos. Amén.