[Globos Amarillos] El valor de la esperaMuestra

Fortaleza de la Soledad

Todo buen superhéroe, como Superman, tiene su Fortaleza de la Soledad.

Batman tiene su Baticueva.

Iron Man tiene la Torre Stark.

Para nosotros, como superhéroes de la fe, la misma herramienta es necesaria. Necesitamos un lugar seguro para retirarnos, orar y recargarnos, un lugar para reconectarnos con la Fuente de nuestra fortaleza. A menudo estamos en una ráfaga de actividades, trabajando duro para demostrar nuestro valor y validar nuestra capacidad. La soledad es una invitación a esperar, a descubrir la verdadera Fuente de nuestra fuerza y la realidad de que somos finitos y no podemos hacer todo, todo el tiempo.

La soledad es un capital activo porque nos dá la oportunidad de recuperar el aliento. Nos permite contemplar y recalibrar nuestra perspectiva para asegurarnos de que estamos administrando nuestros dones y oportunidades.

Al igual que cualquier hijo con su padre, Jesús se retiró. Se fue solo a orar. Sabía que necesitaba tomar un tiempo para conectarse con Dios, para esperar pacientemente ante el Señor, lejos del ruido, las expectativas y las responsabilidades.

Si queremos trascender nuestras circunstancias, necesitamos estar dispuestos y ser capaces de alejarnos de ellas de vez en cuando, en un lugar seguro. Un cáliz para el alma. Una fortaleza de soledad. En la era de las redes sociales, quizás una de las cosas más importantes que podemos hacer es desconectarnos, para «alejar a las multitudes». Dejar de comprometernos con lo que piensan todas las personas que nos rodean y enfocarnos en lo que piensa nuestro Creador.

La vida de Jesús es nuestro modelo. Él es el superhéroe de la fe. Él nos guía, dándonos un ejemplo de cómo desconectarnos, cómo enviar lejos a las multitudes. Los superhéroes de la fe se apoyan en su necesidad de reconectarse con el Padre Celestial. Jesús nos enseña a hacer de la «espera enfocada» un ritmo común en nuestras vidas.

Hoy, encuentra tu fortaleza de soledad y pasa tiempo con tu Padre Celestial.