[Globos Amarillos] El valor de la esperaMuestra

Descanso sabático

La Biblia hace un énfasis a considerar el Sabbat. El Sabbat o sábado es un día de descanso. Un día de confianza enfocada. Un día de espera en el Señor.

El principio del descanso sabático es mucho más grande que solo eliminar opciones de compra en un día particular de la semana. Se trata de desconectarse. Se trata de centrarse en lo que realmente importa en la vida. Se trata de dejar libres nuestras ocupadas agendas y esperar en el Señor, confiando en su poder y su voz. Se trata de dar a nuestros cuerpos un descanso de la adrenalina y perseguir la renovación física y mental.

Al igual que con toda desobediencia, cuando no seguimos las directivas de Dios, perdemos.

Lo bueno es que no tenemos que esperar un día designado de la semana para practicar el principio del sábado. Independientemente de cuándo lo tomemos, el descanso sabático nos permite tiempo y espacio para restablecer nuestra perspectiva. Cuando estamos ocupados, cuando la vida es agitada, a menudo permitimos que nuestro entorno dé forma a nuestra visión sin darnos cuenta de que está sucediendo.

Cuando tomamos un descanso sabático, una pausa de las circunstancias de la vida, podemos reflexionar sobre lo que es verdadero, hermoso y duradero. Podemos remodelar nuestra perspectiva a lo que Dios quiere que pensemos.

Nuestro mundo está tan obsesionado con las circunstancias que alejarse de ellas se ha igualado con «no hacer nada». Es como si cayéramos en un vacío. Pero la verdad es que el descanso sabático es tanto un ritmo de vida como cualquier otra cosa que hagamos. Necesitamos tomarnos un tiempo libre cuando estamos entrenando para un maratón, o trabajaremos demasiado y dañaremos nuestro cuerpo. Lo mismo es cierto para nuestra alma. Si no esperamos intencionalmente en Dios, nos ponemos en peligro a nosotros mismos. Pero si guardamos tiempo para esperar, encontramos descanso, rejuvenecimiento y la esperanza del poder de Dios por encima del nuestro.

Hoy, elige confiar y esperar en el Señor, independientemente del día en el calendario.