[Globos Amarillos] El valor de la esperaMuestra

Paciencia

A la hora de la verdad, el sufrimiento es un acto de paciencia y la paciencia es un acto de sufrimiento. Uno de los frutos del Espíritu, la paciencia, es vital para una vida bien vivida. Esta virtud, por naturaleza, conlleva algún elemento de incomodidad.

Es difícil para nosotros sufrir, esperar y tener la expectativa de que llegue la redención, incluso en las mejores circunstancias. La fe es un ejercicio de gratificación tardía y eso es doloroso. Nos cuesta algo, especialmente cuando vemos que otros hacen la siempre atractiva elección de la gratificación instantánea. Desde nuestro lado de la valla, sus resultados parecen incluso mejores que el desafío y la confianza requeridos en la espera.

Queremos actuar al instante, especialmente cuando estamos enojados. Queremos nuestras recompensas ahora. Queremos que toda la vida tenga sentido, sentirnos cómodos y tener una mayor sensación de control. Tratamos de eludir la quietud de la fe tomando cartas en el asunto.

La esperanza tiene un precio. La paciencia nos cuesta la tentación justo delante de nosotros, pero el Señor promete la redención.

Él promete que sus recompensas de gratificación tardía son más excelentes, más completas y verdaderas que las superficialidades de gratificación instantánea que deseamos.

Hay dolor en la paciencia, pero también hay un premio. Recibiremos no solo recompensas futuras, sino una vida de carácter más noble, sabiduría y confianza.

Hoy, elige respetar el tiempo de Dios.