[Globos Amarillos] El valor de la esperaMuestra

Gratificación tardía

Nuestro mundo está obsesionado con la gratificación instantánea. ¡Queremos estar satisfechos AHORA! No queremos esperar a que el agua hierva o a que nuestro café esté listo. Si no puede suceder en el instante en que lo queremos, nos enfocaremos en algo que promete satisfacernos más rápido.

Los estudios han demostrado que perseguir la gratificación tardía es un rasgo de personalidad de los individuos más exitosos del mundo. ¿Por qué? Porque la perseverancia es un componente crucial para el aprendizaje y el éxito. Crecemos cosechando los beneficios de la lucha en lugar de ignorarla o evitarla. Buscar algo grande, perseguir algo más significativo que nuestro alcance limitado, requiere tiempo y paciencia. Se necesita esperanza.

Nuestra generación podría prestar especial atención a la historia bíblica de Esaú. Esaú quería comer ahora y preocuparse por heredar el cargo de liderar a la familia más tarde. Como resultado, se empobreció. La Biblia llama a Esaú «profano». Él consideraba la oportunidad que Dios le había dado como algo de poco valor. Del mismo modo, Dios nos concede cada día la oportunidad de plantar las semillas de hacer el bien, confiando en él para crecer y cuidar el cultivo mientras esperamos pacientemente la bendición de la cosecha.

Las alegrías más profundas que podemos experimentar son aquellas por las que esperamos pacientemente.

La fe en las promesas de Dios es un ejercicio de gratificación retardada que proporciona una hermosa oportunidad. La fe nos da una perspectiva valiosa. La fe es algo hermoso que distingue al Reino de Dios en este planeta de la eternidad venidera.

Hoy, practica la gratificación tardía con tus elecciones.