Anhelos de Año NuevoMuestra
Lo mejor de ti
Un dato interesante acerca de las ofrendas que el pueblo de Israel ofrecía para Dios era que tenían que ser sin defecto. Es decir, de lo que tenían, debían ofrecer lo mejor porque eran estas ofrendas las que agradaban al Señor.
Dejemos al pueblo de Israel, adelantamos la historia y llegamos a nosotros. Así que debemos preguntarnos, ¿qué le estoy ofreciendo a Dios y cómo es lo que ofrezco?
Hablemos de la alabanza, contemplémonos a nosotros mismos y evaluemos de qué manera alabamos al Señor. Hay un cántico muy hermoso de Juan Carlos Alvarado, que contiene la siguiente frase, “Mi mejor adoración es entregarte todo mi corazón, y rendirte mi vida sin reservas, Señor; es entregarte todo mi corazón.”
A veces pensamos que son las muchas palabras, o el volumen de nuestra voz, o cuán hermoso o no cantamos, pero realmente la adoración no está contenida en esas cosas. Como se desprende de la canción se trata de adorar con el corazón. Pero para adorar de esa manera debemos comenzar con nuestra visión o conocimiento del Dios a quien adoramos.
Recordemos el encuentro de Jesús con la mujer samaritana. Hubo un momento en la conversación en el que Jesús dijo estas palabras: “Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos.” (Jn. 4:22) ¿Te das cuenta? Para adorar tenemos que saber. No se trata de imitar la adoración de otros, ni tampoco de seguir lo que se acostumbra en “la religión.”
En una ocasión, mientras estaba orando, mi mente se distrajo y aunque con mi boca seguía alabando al Señor. De pronto, sin saber cómo me escuché a mí misma decir “alabando con conciencia.” Me enderecé de inmediato, sabía que Dios me estaba hablando.
Es que la mejor adoración, la que sale del corazón, la que no está condicionada a un momento, o a un culto en la iglesia, es la que está vestida de reverencia, de amor, de agradecimiento. Es la adoración consciente de por qué adoramos y a quién adoramos.
Jesús, hablando de la verdadera adoración, dijo: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” (Jn. 4:23-24).
Ofrecer adoración a nuestro Dios es ofrecer nuestra vida. Dar lo mejor, es procurar la excelencia en todo lo que hacemos, comprobando siempre lo que es agradable delante de Él. Lo mediocre, lo poco, lo obligado, lo falso no es para Dios. Para Él, procuremos ofrecer siempre lo mejor, por lo menos que esa sea siempre la intención de nuestro corazón.
Escrituras
Acerca de este Plan
Es para todos conocido que la llegada de un nuevo año tiende a avivar nuestros anhelos. Este plan de cinco días te recomienda cinco resoluciones que te ayudarán a vivir una vida más plena en el Señor. Son consejos divinos para nosotros, a fin de que seamos luz y le demos gloria al Señor. Te invito a que las hagas tuyas y te propongas cumplirlas de todo corazón.
More
Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://facebook.com/GrettchenStage