Su AmorMuestra

Una carta de amor

Hace varias décadas atrás, las cartas eran el medio por el cual los enamorados mantenían su relación, aun cuando se hallasen en la distancia. Con el tiempo eso fue cambiando y se han presentado otros medios que han hecho la comunicación más rápida y sencilla. Ya no hay que esperar días, a veces semanas, para recibir las palabras que se esperan con ansias.

Dios, ha querido escribirnos para dejarnos saber cuánto nos ama. A los que le hemos recibido y con todo el corazón le amamos y le adoramos, Dios nos ha dejado su carta de amor. Para ello, usó cuarenta hombres de diferente procedencia, en un período aproximado de mil quinientos años. El clímax de esa carta es la cruz. Allí con sus brazos abiertos y su cuerpo ensangrentado, el Señor Jesucristo nos deja ver de qué manera nos ha amado el Padre.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.”Jn. 3:16

Es lamentable, que muchos hijos de Dios, habiendo recibido una carta de tanto valor e importancia, no sólo por lo que dice, sino por quien la ha enviado, la mantengan en algún rincón alejada de sus vidas. El amado, nos ha hablado. Su mensaje de amor es claro. Luego, es importante que deseemos escucharle, conocerle mejor, atender a sus palabras.

En el libro de Cantares, encontramos unas palabras muy hermosas dichas por la sulamita acerca de su amado, “Me llevó a la casa del banquete, y su bandera sobre mí fue amor.”Cant. 2:4Las Sagradas Escrituras son un banquete de Dios para los que le amamos. Él nos lleva por las Escrituras como llevó Jesús a los caminantes de Emaús, quien “Comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.”Lc. 24:27

Cuán grande bandera del amor de Dios sobre sus hijos. En la Palabra encontramos sus promesas de amor, su fidelidad, su verdad, su vida dada por amor a la humanidad. Es un manjar, un verdadero banquete. A veces estamos tan mal nutridos, espiritualmente hablando, cuando Dios ha puesto en nuestra mesa unas palabras tan valiosas y trascendentales para alimentarnos con su verdad.

El Amado nos ha escrito. Leamos con el corazón alborotado esas palabras de amor escritas por el Dios que nos ha amado de “tal manera” que dio a su Hijo Unigénito para que por la fe en Él tuviésemos salvación y vida eterna.

Tenemos ante nosotros la más hermosa carta de amor que jamás haya sido escrita. En ella tenemos el privilegio de recibir el mensaje de un Dios amante que nos ama con amor inalterable.