La oración importaMuestra

Clamemos al Señor

Es asombroso cuántas personas deciden involucrar tan poco a Dios en sus vidas. Cuando se trata de decisiones acerca de negocios, familia, carrera profesional, y los asuntos más importantes de la vida, buscan consejo calificado y experto, pero nunca doblan una rodilla delante del Rey del universo que desea ayudarles. Él desea ser glorificado mediante nuestras vidas y, sin embargo, muchas veces lo privamos de ese derecho.

La Biblia nos dice que Baasa, el rey de Israel, salió contra Judá en la guerra. Por lo tanto, Asa, el rey de la sitiada Judá, "sacó la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová y de la casa real, y envió a Ben-adad rey de Siria … diciendo: Haya alianza entre tú y yo … para que vengas y deshagas la alianza que tienes con Baasa rey de Israel, a fin de que se retire de mí" (2 Crónicas 16:2-3). Los sirios, cuya lealtad compró Asa con oro de la casa del Señor, rescataron al reino del sur de Baasa, pero al Señor no le agradó. Dios quería ser el defensor y libertador de Judá pero, en cambio, Asa había dado esa oportunidad a los sirios. Por temor, Asa decidió clamar al rey de Siria y poner su confianza en él en lugar de ponerla en el Señor.

La historia de Asa termina cuando es enterrado en la tumba que él cavó para sí mismo. En esencia, Asa cavó su propia tumba y puso el último clavo en su propio ataúd porque insistió en clamar al brazo de la carne en lugar de clamar al Señor. Jeremías 17:5 dice: “¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!” (NVI).

Cuántas veces Dios estaba preparado y dispuesto para ayudarnos, pero nunca acudimos a Él ni le dimos la oportunidad de intervenir y glorificarse por medio de nuestra crisis. Como resultado, a menudo hemos perdido la paz y batallamos bajo el peso de cargas innecesarias, todo ello porque no consultamos al Señor. Y, lo que es peor, quedó perdida una oportunidad de dar gloria a Dios. Me pregunto cuántos cristianos están sufriendo hoy porque no confiaron en el Señor ni lo buscaron en medio de su prueba. Estemos entre quienes claman al Señor.