La Comisión: Un Devocional De 4 Días Con CAINMuestra

Grandeza centrada en Jesús

"Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo" (Juan 14:12-13).

​​Piensa en la persona que conoces, cuya vida y logros admires más. Tal vez haya pasado por experiencias difíciles en la vida y se mantuvo felizmente fiel a través de todo. ​​Tal vez ha aprovechado al máximo sus dones y ha impactado al mundo de maneras asombrosas. Tal vez sea la persona más generosa que hayas conocido, dando su tiempo y recursos de maneras que dejarán un profundo legado. Ahora, piensa en esto, en cómo te sientes con respecto a esa persona. Los discípulos de Jesús, sin duda, sintieron mucho más que eso con respecto a Él.

¡Habían estado con Él durante tres años! Lo habían visto soportar desinteresadamente más de lo que cualquier persona debería soportar y siempre con fidelidad. Habían sido testigos de primera mano del asombroso impacto que tuvo en todos los ámbitos de la vida de las personas. Nunca habían conocido a nadie más generoso con Su tiempo. ​​Y no parecía que Él tuviera ningún recurso, pero la verdad era que Sus recursos para ayudar y enseñar a otros nunca parecían agotarse. Lo que hizo y la forma en que lo hizo fue algo completamente único. Seguir a Jesús estaba lleno de admiración y asombro, por lo que escucharlo decir que harían las obras que Él hizo -y en un grado aún mayor- les habría dejado boquiabiertos. Dado que estas palabras de Jesús también se aplican a los creyentes de hoy, tal vez también te sorprendan.

Para ser claros, "mayor" no significa más espectacular o milagroso. ¡Realmente no puede ser más espectacular y milagroso que resucitar a una persona! Pero el ministerio terrenal de Jesús estuvo limitado en tiempo y espacio. Su ministerio público sólo duró unos tres años en un pequeño sector del mundo. Nuestro ministerio no está limitado de la misma manera. Después de la ascensión de Jesús, los discípulos llevaron Su ministerio por todo el mundo. También podemos pensarlo de esta manera: Jesús nunca pecó, pero nosotros ciertamente lo hacemos. Entonces, cuando Dios nos usa para ministrar a las personas, Su Espíritu hace una obra mayor y más compleja. Él prepara nuestros corazones y mentes para compartir el evangelio y nos da el valor que necesitamos para hacerlo. Él ayuda a aquellos con los que compartimos a mirar más allá de nuestra propia falta de fe para ver la fidelidad de Dios. ​​Él abre sus corazones para aceptar la verdad de nuestras palabras, sin importar nuestra falta de experiencia en pronunciarlas. Pero debemos dar un paso de fe.

Para resumir las palabras de Pablo en Efesios 3:20, incluso el mayor soñador no puede imaginar lo que Dios puede hacer a través de él o ella. El poder de Dios está obrando en ti. Cree en Él, pon tu corazón y mente en oración para llevar a cabo Su obra en el mundo, y Él te usará para hacer cosas más grandes, para Su gloria ypara nuestro bien.

●¿Cuáles son las grandes obras que has visto de parte de Dios en tu propio camino de fe? ¿En qué áreas te gustaría invitarlo a trabajar?

●¿Qué "obras mayores" te gustaría ver que Jesús realizara en tu comunidad? Si fueras a hacer una "lista de deseos" espiritual, ¿qué habría en ella?

●Agradece a Dios por Su comisión y por la promesa de que la llevará a cabo de maneras que son más grandes de lo que puedes imaginar. Invítalo a hacerlo hoy.