El corazón de Dios

En todos estos días hemos leído y meditado en esta parábola que, para mí, revela el verdadero corazón de Dios. Presta mucha atención, porque la enseñanza más grande que vamos a tener sobre esta parábola trata de la Gracia, recuerda esta palabra.

Después de que este padre vistió, calzó y dio nuevamente herencia a su hijo, le organiza una fiesta. Ordena que maten al becerro más grande y más gordo. Imagínate la dicha que tenía este padre, al ver que su hijo regresó, él quiere contarle a todo el mundo y por eso arma esta gran fiesta, convoca a todo el pueblo para contarles esto, pero también creo, que lo hace para dar un IMPORTANTE mensaje, lo hace para decirle a todo el mundo que supo de esa gran deshonra que el hijo cometió, que si él, que fue el directamente afectado, ya lo había perdonado… no se atrevieran ni siquiera pensar en juzgarlo, yo creo que les diría algo como “Fue a mi a quien hirió , pero yo ya lo perdone, porque lo amo y lo he amado siempre”.

Aquí estamos viendo como es realmente el corazón de nuestro Dios, que a pesar de todo lo que hizo este hijo en la parábola, el padre siempre estuvo esperando a que su amado hijo regresará, y regresó con una mente y corazón nuevos porque en su mente y corazón existía el verdadero arrepentimiento.

El padre en su discurso les dice literalmente que su hijo había estado muerto, pero que ahora revivió, por eso él se regocija y arma una gran fiesta. Es igual que cuando se nos cuenta que un pastor de ovejas, teniendo cien ovejas y se le pierde una de ellas, va por esa que se perdió, porque sabe cuánto valor tiene y al encontrarla reúne a todos para contarles y alegrarse de que encontró a su pequeña oveja. igualmente, así es el reino de los cielos, hay FIESTA por un pecador que se arrepiente y vuelve a casa.

Se nos revela, que no importa si sientes que no hay salida, que ya Dios no te perdonará más, que ya caíste y fallaste demasiado… recuerda que la GRACIA de Jesús es Eterna porqué ya todo fue pagado en una cruz, Sangre y silencio fue el precio de nuestra existencia, el soporto todo esto porque Jesús ve tu corazón, ve ese valor que tienes, al igual que el pastor de ovejas.

Un dato interesante en la escena que se nos relata en esta parábola, donde el padre corre hacia su hijo cuando él regresa, es que en aquella época los hombres de cierta edad y de cierta posición social, no corrían. no corrían porque iban con túnicas estrechas, las cuales no les permitían realizar movimientos muy exagerados y ni pensar en correr, hemos escuchado que anteriormente se les decía a los siervos “cíñete y sírveme”. Ceñirse significaba arremangarse o envolver la túnica por encima de las rodillas para poder realizar trabajos complicados, los cuales requerían una buena movilidad en las piernas.

Este padre en la parábola se arremango su túnica, porque de lo contrario no hubiera podido ir donde su hijo, ¿Sabes por qué? Porque los siervos de esa casa deberían haber estado odiándolo y hasta queriéndolo matar por la deshonra que trajo a esa casa, recuerda que por lo que hizo este hijo debió morir apedreado… cuando él padre ciñe su túnica esta directamente renunciando a su honorabilidad, su posición social o edad no le importo, él tenía que llegar primero donde su hijo.

Cuando Jesús contaba esta parte de la parábola, los fariseos se estaban rasgando los vestidos, porque era impensable lo que él estaba enseñando, pero aquí está otro mensaje revelado a nuestras vidas, porque, así como en esta historia se nos habla de que ese padre renuncio a su honorabilidad igualmente fue nuestro Dios.

Te explico, en filipenses capítulos 2 versículo 7, dice que

“Dios se desvistió de su gloria para entrar en carne humana” es decir Él Dios del universo humillándose a sí mismo por amor, porque estábamos condenados a la muerte eterna, Él se convirtió en esclavo, Jesús ciño su vida para correr por nosotros, eso fue lo que el corrió por nosotros en su muerte y resurrección. Cuando se trata de un hijo, no importa lo que piense nadie, ¡JESÚS CORRE POR TI!

Recuerda que Él Dios del millón de estrellas conoce tu nombre, conoce cada detalle de ti, conoce hasta cuantos cabellos hay en tu cabeza y tiene un plan únicamente para ti, decide hoy seguir su palabra y nombre con amor y arrepentimiento genuino, Dios calla nuestro discurso de culpa, así como ese padre calla el discurso de su hijo en el momento que le decía que no merecía nada, asimismo Dios nuestro Padre, nos abraza y después nos limpia, igual que el padre de la historia que abrazo a su hijo antes de limpiarlo y restituirlo.

En el último capítulo de este devocional veremos la otra moneda de la historia y cuál de los 2 hijos eres tú.

Dios te bendiga hoy y siempre con cariño Cris.