Acepta El RetoMuestra

Desafío 3: CAMBIA LA INDIFERENCIA POR GRATITUD

Como el agua es el recurso vital que beneficia nuestro organismo, el ser agradecidos trae especial cuidado a nuestras emociones.

San Pablo nos llama a poner en nuestro equipaje el ser agradecidos, y siguiendo su consejo, debemos deshacernos de esas pretensiones autosuficientes que afloran cuando logramos el éxito o la temporada ha sido más que excelente.

No hay dudas que las cosas nos cuestan trabajo y se logran con dedicación, a eso se refería Jesús en el Evangelio de Lucas 12:16-19 dice: "Luego les contó una historia: «Un hombre rico tenía un campo fértil que producía buenas cosechas. Se dijo a sí mismo: “¿Qué debo hacer? No tengo lugar para almacenar todas mis cosechas”. Entonces pensó: Ya sé. Tiraré abajo mis graneros y construiré unos más grandes. Así tendré lugar suficiente para almacenar todo mi trigo y mis otros bienes. Luego me pondré cómodo y me diré a mí mismo: Amigo mío, tienes almacenado para muchos años. ¡Relájate! ¡Come y bebe y diviértete!".

Sabemos que las cosas no suceden por arte de magia, pero debemos estar conscientes que Dios las propicia para nosotros. Gozamos de buena salud y tenemos las capacidades de hacer esto o aquello porque Su bondad nos permite hacerlo y debemos ser conscientes de esto y ejercitar nuestro corazón en agradecer. Con la misma energía que pedimos al Padre Su ayuda debemos agradecerle también.

Dios permite que tracemos las estrategias y logremos el éxito por Su gran misericordia. Pero, ¿estamos agradecidos? ¿Damos gracias por cada uno de los beneficios recibidos?

¿Somos capaces de agradecer incluso por los obstáculos que enfrentamos? Ser agradecidos es una de las tantas maneras de dar reconocimiento a Dios, a Su incuestionable amor y a Su vasto poder.

Ya decíamos que la gratitud es un medicina que cuida nuestras emociones y pensamientos, porque impide el florecimiento de la amargura, resentimiento y envidia y del mismo modo nos inyecta felicidad y optimismo en nuestro día a día. Por lo mismo, debemos ejercitarnos en ella "Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo" (Efesios 5:20 NTV).

Acepta el reto diario, muévete de la indiferencia a la gratitud, ejercita tu mente y corazón, en cada tiempo de tus jornadas agradece al Eterno por los beneficios recibidos, por la capacidad de respirar y estar saludable; por las habilidades y competencias que posees. Agradece incluso aún cuando las cosas no marchen bien.

No hay por qué vivir como presa de la amargura y la queja cuando tienes en tus manos una opción distinta y saludable. Sé agradecido con, por y en todas las circunstancias.

¡Vive y sé agradecido!