Sus emociones.

El pastor Itiel Arroyo nos cuenta la historia de un hombre que porta un poderoso testimonio:

Él me dijo: "Itiel, un día estando en mi cuarto de oración, orando a Dios y estando en el Espíritu, vi una vision. No sé como fue, pero de repente sentí la presencia de algo divino aquí a mi derecha. Entonces miré y vi a un ser que tenia forma de persona. Estaba lleno de luz y era como si tuviera piernas, cuerpo y brazos pero tampoco estaban muy bien definidos pero se parecía mucho a una persona". Ahí el hombre me dijo: "Yo sabía que era el Espíritu Santo. De repente miré lo que podría ser su cara y me pareció ver al Espíritu Santo riéndose". El hombre miro al Espíritu Santo y le dijo: "¿Qué te pasa?" Y el Espíritu le respondió: "Amigo mío me haces tan feliz, porque pasas tiempo aquí conmigo, alabándome, orando, buscando mi Palabra y dando a conocer a Jesús".

¿Puedes imaginarte a un hombre afectando las emociones del Espíritu Santo?

Dejemos de buscar solo ministerios, iglesias repletas de personas y demás cosas materiales de los predicadores o pastores. Y enfoquémonos, en la comunión que nosotros tenemos con Dios.

Porque con el testimonio de este hombre vemos que hay muchas maneras de estar en comunión con Dios Padre, incluyendo la iglesia, los ministerios, el cuidado pastoral, etc. Pero el Espíritu Santo es Alguien a quien amar y alegrar.

Grábalo en tu mente: El Espíritu Santo no es algo que podamos utilizar a nuestra conveniencia sino Alguien para amar.

Pasar tiempo en oración, en la iglesia, compartiendo nuestro testimonio y acercarnos a Él, producirá una relación más profunda con el Espíritu Santo y le permitirá trabajar en ti y a través de ti.

¿Estás dispuesto a hacerlo?