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RECONOCER QUE ESTOY COMPLETA EN EL SEÑOR POR SU OBRA Y AMOR ME RECUERDA QUE NO ESTOY NI ESTARÉ SOLA JAMÁS

Una de las razones por las que Dios nos adopta e introduce a Su familia es porque nadie puede vivir su vida solo. Fuimos creados para vivir en una comunidad de la fe. El desear una pareja es parte de ese deseo que Dios mismo ha puesto en nosotras para santificarnos y compartir vidas. Ciertamente, fuimos creadas para comunidad y no soledad, pero esa necesidad de comunidad no es exclusiva a tener una pareja.

La Biblia nos relata acerca de algunas mujeres que no tenían hijos ni esposo, pero después de un tiempo, Dios se los concede. Por ello podemos tomar estos ejemplos como promesas de Dios a nosotras hoy. Sin embargo, esas historias tienen el propósito de enseñarnos la genealogía de Cristo, no prometernos una pareja.

La presión de otros, así como la tradición cultural, ha influido en nuestro pensamiento más que las verdades de la Biblia. Si leemos con mucho cuidado, casarse no es un mandato. Lo que sí es un mandato es encontrar en la Biblia cómo ser una hija de Dios con esposo o sin esposo, pues al llegar al cielo, entregarás cuentas de ti.

Tener o no una pareja no te da identidad. Dios dijo que Él siempre está con nosotras y no nos abandonará (Is 41:10, Sal 37:28), y lo cumplió al enviar a Cristo a este mundo, al otorgarnos fe para arrepentimiento de nuestros pecados, al creer en Él y en su muerte en la cruz para relacionarnos con Él. Quiere decir que jamás estaremos solas (Ro 8:38-39), por lo tanto, podemos vivir con la mirada puesta en el cielo, donde está Cristo sentado como nuestro Señor y Salvador.

No cedas a presiones que Dios no te impone. No esperes a un hombre para saberte completa, abraza a Jesucristo, que dio Su vida por ti y te ama con amor eterno hoy.

APRENDE-VIVE-LIDERA

• Aprende: ¿Dónde debe estar tu mirada según Colosenses 3:1-3?
• Vive: Lee todo el capítulo de Colosenses 3 y medita en cómo se ve ser transformada por Dios siendo parte de la familia de Dios.
• Lidera: Comparte este mensaje con alguna mujer que esté pasando un tiempo difícil a esperar sentirse completa al tener una pareja.

ORACIÓN

Oremos. Gracias, Señor, por darme a Jesús para jamás estar sola. Gracias, Señor, por amarme y rescatarme de mi vida. Ayúdame a llenarme de Tu Palabra y que cada vez que corra a la tristeza por no tener un esposo, recuerde que Tú eres suficiente para mí. En Jesús, amén.