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¡Ayuda! ¡Soy Millennial!

DÍA 7 DE 7

NUESTRA IDENTIDAD COMO HIJAS DE DIOS ES LA QUE NOS DEFINE.

El mundo redefine quiénes somos y qué es el amor, por eso el mundo no nos conoce, porque no conoce a Dios (1 Jn 3:1b). Esta es la verdad de las Escrituras. El amor de Dios por Su Hijo en la cruz nos salvó, por eso el Apóstol Juan dice que nosotros lo amamos a Él, porque Él nos amó primero (1 Jn 4:19).

El amor de Dios nos define. ¿De qué manera? Parece un cliché decir “soy hija de Dios” sin saber qué significa y cómo se ve frente a este mundo. La realidad es que cuando decimos que Su amor nos define, lo que estamos diciendo es que nos define como hijas. Lo que implicó un precio en una cruz infame.

La cruz es el lugar que Dios escogió para la muerte de Su Hijo Jesucristo por nosotras porque nuestro pecado es cruel frente a un Dios Bueno y Santo. Dios no podía pasar por alto nuestros pecados, alguien debía pagar por ellos. Su gran amor es mostrado en que Él se encarnó en hombre para morir la muerte que nosotras debíamos morir por nuestro pecado.

No se queda allí. A los tres días resucitó con poder como primicia de que nosotras también resucitaremos en Él. Podemos pensar “gracias, Jesús, ahora seguiré con mi vida”, pero Dios no nos salva para dejarnos como estábamos o para dejarnos a nuestro destino y sabiduría. Dios nos llamó, nos escogió y nos salvó para que crezcamos en Su santidad al obedecer Su Palabra y vivir como Aus hijas.

Todavía pecamos, sí, pero ahora podemos correr a esa misma cruz a pedir perdón porque, una vez hijas, el Espíritu Santo nos ilumina y dirige a Cristo. Estamos siendo hechas material para el cielo, el lugar al que pertenecemos. Sí, somos hijas de Dios porque Él nos amó primero en Cristo Jesús por el poder del Espíritu Santo.

APRENDE-VIVE-LIDERA

  • Aprende: ¿Qué implica ser hija de Dios?
  • Vive: ¿Qué características tiene una hija de Dios? Lee 1 Juan 3 y 4 para identificarlas.
  • Lidera: Comparte este devocional.

ORACIÓN

Oremos. Señor, gracias porque soy Tu hija. Gracias porque no fue por mis obras, sino por la única, completa y suficiente obra de Jesucristo. La realidad es que no me lo merecía, pero por Tú gran amor soy Tuya y Tú eres mío. Perdóname por las veces que he tomado por sentado quién soy. Ayúdame a vivir de acuerdo a quién eres Tú en mí. En Cristo, amén.

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Escrituras

Día 6

Acerca de este Plan

¡Ayuda! ¡Soy Millennial!

Un plan de lectura que ayuda a los millennials a reflexionar de manera bíblica en las situaciones que los aquejan.

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Nos gustaría agradecer a Reformadas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.reformadas.com/