Decimos que confiamos en Dios, pero ¿CONFIAMOS?Muestra

¿Estuviste pensando en los obstáculos que impiden que confíes en Dios? Es tiempo de dejarlos a un lado y comenzar a cultivar nuestra confianza en Dios. Es un proceso, no se produce de la noche a la mañana. Yo sigo transitando mi proceso, que seguramente sea distinto al tuyo. Hoy quiero compartir contigo algunas pautas que pueden ayudarte a desarrollar tu confianza en Dios.

¿Cómo desarrollar mi confianza en Dios?

✔ Conociéndolo cada vez más. No podemos confiar en alguien que no conocemos. Lo mismo pasa con Dios. ¿Cómo podemos confiar en Él si no lo conocemos? Si comenzamos a hacerlo, cuanto más lo conozcamos, veremos cuánto más podemos confiar en Él. Pero, ¿cómo lograrlo?

1. Desarrollando el hábito de la oración sincera. Orar es hablar con Dios, pero muchas veces lo tomamos como un “ritual”: usamos las mismas palabras (palabras “importantes” o “solemnes”), nos dirigimos desde una posición lejana (porque creemos que Dios no tiene tiempo para nosotros y podemos estar molestándolo), oramos en momentos específicos (antes de comer, al acostarnos, etc.) y en lugares puntuales (en la Iglesia y en casa). Todas estas son tradiciones que venimos arrastrando hace años. ¿Por qué no elevar ahora mismo una oración a Dios agradeciéndole por ser nuestro Padre? Y no disfraces las palabras, usa las palabras que sueles usar en una conversación normal. De esto se trata, de una conversación con Dios. Tú le dices lo que sientes y Él te responde; y Él también te habla. «Dedíquense a la oración con una mente alerta y un corazón agradecido» (Colosenses 4:2, NTV). No dejes que tu relación con Dios se deteriore, cultívala, trabaja en ella. Esto es clave para desarrollar tu confianza en Él.

2. Buscando a Dios en Su Palabra (devocional diario). Desarrollar el hábito del devocional diario te permite buscar a Dios cada día. Al abrir la Biblia pregúntate: ¿Qué tiene Dios hoy para decirme? ¿Qué tengo que mejorar en mi vida? ¿Habrá algo para cambiar? Puedes acompañar la lectura de la Biblia con algún devocional o un libro de crecimiento en la fe, que te ayude a entender conceptos y puedas profundizar más en la Palabra. Pide a Dios que te muestre cosas nuevas, que te revele Su mente y Sus pensamientos. Dios mismo te invita a que lo hagas. «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces» (Jeremías 33:3, RVR1960).

✔ Luchando activamente e intencionalmente contra los obstáculos en el camino. Ayer expusimos algunos obstáculos que podemos encontrar en el camino y que impiden que nos acerquemos con confianza a Dios. Si no trabajas contra ellos, ellos seguirán teniendo efecto sobre ti. No permitas que ellos te dominen, tú debes dominarlos. La ansiedad, la preocupación, los miedos, el querer aferrarse a cosas de la vida terrenal, todo eso nos desconecta de Dios y nos hace mal. Dios no quiere que vivamos así, por eso Jesús dice: «… Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso» (Mateo 11:28, NTV). Entrégale hoy tus cargas y libérate del gran peso que tienes. Encuentra descanso en los brazos de Jesús. Verás que a medida que crezca tu confianza en Dios, más conectado estarás a Él, y será cada vez más fácil deshacerte de estos obstáculos.