Bendecidos Con Su PazMuestra

Tu victoria llegó

La verdad de que Dios está con nosotros es lo que nos ayuda y nos sostiene para seguir creyendo, para seguir adelante, para esperar en Él. El Dios que conoce el nombre de cada estrella, que conoce cada granito de arena, que acomoda las nubes en el cielo, es quien ordena nuestros pasos. Él nos lo ha dicho, es esa su voluntad, Él ha preparado camino derecho para nosotros.

Cuando las circunstancias que se nos presentan en la vida tratan de tambalear nuestra fe, Dios interviene para recordarnos que no las tenemos que enfrentar solos, que Su fortaleza hace que podamos perseverar con nuestros ojos puestos en Jesús. El Señor sabe que para nosotros las cosas que nos preocupan parecen enormes. Es natural, nuestros sentidos humanos parecen lupas que hacen ver las cosas más grandes de lo que realmente son.

Cuando las llevamos al Señor en oración, y las ponemos delante del Dios que todo lo puede, podemos tener la certeza de que, aunque no sepamos cómo lo hará, Él se encargará, Él sabrá qué hacer y cuándo hacerlo. Dios le dijo al profeta Jeremías: “He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?” (Jer. 32:27).

Cuando el cansancio, el desánimo, la frustración o el temor quieren apoderarse de nosotros tenemos que alzar nuestra mirada al Dios del cielo. Es muy dañino y perjudicial el abandonarnos a esas emociones que intentan desmoralizarnos y socavar nuestra fe. Tenemos que responder con las armas que nos ha provisto Dios. Nos hace mucho bien recordar sus promesas y agarrarnos de ellas. Para ello tenemos que ir a Su Palabra.

Tenemos, también, que traer a la memoria los hechos portentosos de Dios y cómo intervino en la vida de los suyos cuando las cosas parecían imposibles de lograr. Es algo que Dios sigue haciendo a favor de los suyos. Los hijos de Dios podemos descansar en Su bondad y en Su misericordia. Su amor por nosotros, ampliamente evidenciado por la entrega de Su amado Hijo Jesús, es inmensurable. Él está a nuestro lado, Él es nuestro Ayudador, podemos confiar y esperar en Él disfrutando de Su paz.