¡Sé tú!*Muestra

Sé tú* (Parte 2)

Me tomó 35 años descubrir quién soy. Ahora sé quién me hizo Dios para ser, para qué Dios me hizo y cómo tengo el don divino de ayudar a las personas. He descubierto que Dios me hizo para aprender, estudiar, escribir, enseñar, predicar, relacionar y conocer. Dame una serie para predicar, un libro para escribir o un grupo de extraños para conocer y estaré en mi lugar favorito. Pero dame un problema complejo para resolver, una situación que requiera más empatía o liderar un equipo y lo haré más mal que bien. Ese soy yo.

¿Quién eres tú? ¿Ya lo has descubierto? ¿Has pensado acerca de tu personalidad o experiencias, los elogios dan pistas de tus dones y las quejas dan pistas de tus debilidades? Tú siendo tú, según la Biblia, es tan importante como que los oídos sean oídos en lugar de pretender ser ojos. Te necesitamos. La Iglesia de Jesús te necesita. Por eso Dios dice enfáticamente: “¡Sé tú!”.

“Porque así como en un cuerpo hay muchos miembros, y no todos los miembros tienen la misma función, así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a los demás. Ya que tenemos diferentes dones, según la gracia que nos ha sido dada, si tenemos el don de profecía, usémoslo conforme a la medida de la fe” (Romanos 12:4-6). Tú y yo no tenemos los mismos dones o las mismas funciones en la vida. Ora hoy para que el Espíritu Santo te ayude a ver que Dios te creó, ¡para ser, único y maravillosamente hecho!