Pero Dios es mi fortaleza.

Pero tú, mi Dios, eres bondadoso y compasivo; no te enojas fácilmente, y tu amor es siempre el mismo (Salmos 86:15).

Muchas veces podemos sentir debilidad en nuestro cuerpo, en nuestras emociones y nuestro espíritu. A veces no tenemos ganas o las fuerzas para hacer algo o para decir algo, quizá hay un poco de desánimo, somos humanos y estamos predispuestos a la tristeza, a preocuparnos y a fallar. Es en esos momentos que debemos recordar que tenemos un Dios que es Todopoderoso, un Dios que nos ama y quiere lo mejor para nosotros. Él dio a Su Hijo para nuestra salvación. ¿No nos dará todo lo que nos falte? ¡Claro que si!

Es por eso que siempre tenemos que acercarnos a Él, ponerlo por primero y buscarlo en oración para que nos guíe, nos conforte, consuele y sintamos ese amor tan maravilloso que tiene por ti y por mí.

En medio de nuestras debilidades, de nuestros errores la gracia de Dios siempre está disponible para nosotros. Siempre podemos acudir por ayuda y por perdón con nuestro Padre y en medio de nuestra debilidad ser fortalecidos. En medio de nuestra preocupación o enfermedad seremos ayudados y en medio de nuestros errores seremos perdonados porque Dios cada día tiene cuidado de nosotros, Él es bondadoso, misericordioso y siempre quiere lo mejor para cada uno.

Puedes estar triste o desanimado, puedes sentir que desfalleces, o tal vez le has fallado.“Pero Dios” está contigo siempre. Puedes sentir que ya no puedes más, “pero Dios “ ha prometido no dejarte ni desampararte. Pecaste, puedes acercarte a Él para recibir Su compasión y perdón porque Su amor siempre es el mismo. Así que créelo todo, estará bien gracias a nuestro Dios porque Él es bondadoso y compasivo y Su amor no deja de ser.

"Pero Dios" me ama, me escucha, me perdona, me ayuda, me guía, me bendice, me da vida y me da una nueva oportunidad cada día.

Pensando en...

Deja tus cargas en manos de Dios, Él te libera de angustia o temor enojo, ira o rencor. No tienes por qué cargar si la libertad Cristo te dio. Son cargas pesadas que causan dolor, tristeza y preocupación, angustia y temor.

Deja tus cargas en manos de Dios, que no te fatiguen que no te lastimen. Son cargas que no debes llevar porque libre eres en Cristo Jesús. No las cargues más, déjalas atrás. Si tienes que perdonar, ¡hazlo ya! Si debes olvidar, ¡no tardes más! Libre eres en Cristo Jesús. Gozo tendrás, en paz vivirás cuando dejes tus cargas en manos de Dios.

Oración.

Dios mío hoy mi corazón y mi mente pueden hacerme sentir tan cansado de los problemas y situaciones fuera de mi control, tan triste por haberte fallado.

Pero Dios, hoy y siempre tienes el control de todo, así que hoy decido confiar en Ti. Hoy vengo a Ti arrepentido a pedirte perdón por mis pecados y dejo todo en Tus manos para recibir de Ti el perdón, la fortaleza, la sabiduría y la paz que necesito cada día. Gracias Dios. Todo lo pido en el nombre de Jesús, amén.

Queremos darte las gracias, querido lector, por completar el plan devocional "Pero Dios". Te invito a que lo compartas con familiares y amigos. Oro por ti y mi deseo de corazón es que haya sido de bendición para tu vida.

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