¿Cómo Reprendes Al Enemigo?Muestra

"Cada ataque tiene propósito en Cristo"

El enemigo, Satanás; constantemente está atacándonos para intentar apagarnos, cansarnos, desanimarnos y destruirnos, para que desistamos de vivir y avanzar en la voluntad de nuestro Padre. Sin embargo, mientras tengamos claro de qué maneras nos puede atacar, más fácil vamos a reconocer de qué forma podemos afrontar sus embates.

Debemos tener claro que cada ataque es usado por Dios, como instrumento de entrenamiento y capacitación en Cristo Jesús. Cada ataque nos permite conocer más al enemigo, sus maquinaciones, la manera en que actúa y en que utiliza lo que pueda para apuntar a nuestras debilidades y de esta manera intentar desviarnos de la voluntad de Dios. Sin embargo, con cada ataque también aprendemos a conocer más a nuestro Padre y la identidad que nos ha dado en Su Hijo Jesús.

Cada batalla espiritual, cada ataque tiene su nivel. Es decir, mientras avanzamos en madurez y crecimiento espiritual, también aumentará el nivel de prueba y ataque que enfrentamos; sólo así, podremos saber qué tan cimentados estamos en la identidad de Cristo Jesús. Los demonios que enfrentamos están acorde a la capacidad que nos da el Espíritu de Dios para enfrentarlos. A mayor nivel, mayor sabiduría para usar el poder que tenemos para hacerles frente.

Siempre hay un buen propósito detrás de cada ataque, siempre hay una recompensa. A pesar de que nuestra recompensa siempre es espiritual, también podemos recibir otro tipo de recompensas con cada victoria que obtenemos en Cristo Jesús, esto según la voluntad y propósito de nuestro Padre. El enemigo siempre tiene las de perder y nosotros siempre tenemos las de ganar, siempre y cuando estemos enfocados en nuestra victoria "Cristo Jesús".

Cada ataque tiene propósito en Cristo, independientemente del porqué y cómo pueda venir el ataque; siempre que estamos siendo atacados por Satanás y sus demonios, debemos discernir el propósito y Dios mismo nos lo revelará. Puede ser que se hayan abierto puertas a través del pecado, dándole autoridad al enemigo para que pueda ejercer influencia con sus artimañas de opresión y maldad. En este caso, el ataque será un instrumento de alerta usado por nuestro Padre, para que vuelvas al camino correcto y seas alineado a su voluntad en arrepentimiento y obediencia. En otros casos, puede ser que la obediencia y la firmeza que ejerces hacia al Padre y hacia Jesús, sea la motivación, como es lo normal, para que Satanás y sus demonios te ataquen todo el tiempo. En este caso, estás siendo promovido hacia nuevos niveles de conocimiento y astucia para batallar en el espíritu con las armas del Espíritu.

Como pueden ver, cada ataque nos catapulta y nos lleva a un conocimiento cada vez más profundo del reino de Dios y también del reino de las tinieblas. Debemos aprender a identificar las diferencias que operan entre estos dos reinos para que alertas y en astucia podamos discernir hacia dónde estamos dirigiendo nuestros pasos, nuestras palabras, nuestras acciones.

Nuestro Padre Fiel, nos ha prometido perfeccionarnos y los ataques son un instrumento de perfección en Sus manos. Es necesario que pasemos por ataque, porque somos hijos de Dios y lo normal es que seamos atacados. Lo importante es que podamos discernir el propósito de esos ataques y podamos enfrentarlos en la identidad y poder que tenemos por gracia y por fe en Cristo Jesús.