¿Cómo Reprendes Al Enemigo?Muestra

¿En qué condición peleas?

A través de mi caminar en Cristo Jesús, he tenido la oportunidad de recibir diferentes y lastimosamente erróneas enseñanzas, respecto a cómo reprender a Satanás y sus demonios. Recuerdo experiencias que me generan incluso risa del ridículo que llegué a hacer por la falta de conocimiento y sabiduría de Dios; experiencias que fueron usadas de igual manera para enseñarme, pero que con el paso del tiempo y por la bondad de nuestro Padre, hoy reconozco fueron experiencias carentes totalmente de la sabiduría y el conocimiento en Verdad que destruye las obras de las tinieblas y que tiene poder para reprender a Satanás y sus demonios.

Con el paso del tiempo, por la gracia de Dios, he podido adentrarme porque es Su voluntad para Sus hijos; en el verdadero entrenamiento para combatir las artimañas que el enemigo constantemente ejerce en contra de nosotros los hijos de Dios. Con seguridad, el Señor nos seguirá capacitando y entrenando cada vez más en esta área a fin de permitirnos en Su poder, mantenernos firmes, preparados y alertas para enfrentar los ataques del enemigo y no dejarnos desviar de los propósitos y la voluntad de nuestro Padre Eterno.

En este día quiero que analicemos juntos la condición que dota de la autoridad para hacerle frente a los ataques del enemigo:

La condición a la que hago referencia es la condición de rendición, sometimiento y obediencia que ejercemos como esclavos de Jesucristo. En Él es en quien tenemos la autoridad para vencer las tinieblas, el poder del Espíritu Santo vivificado a través de la obediencia y la santificación es lo que nos llevará a ejercer en respaldo la victoria sobre nuestros enemigos.

Como puedes ver, reprender al enemigo y las obras de las tinieblas, va más allá de evocar unas palabras con euforia, con gritos y una cantidad de expresiones y reacciones absurdas, carentes del poder de Dios; no te ganas nada si le dices a los demonios que los reprendes en el Nombre de Jesús, si realmente Jesús es menos que tu carne, en ti.

Debemos fijarnos bien qué condición estamos adoptando para reprender al enemigo; no es lo mucho que le gritemos lo que funcionará, es lo mucho que imitamos y ejercemos el carácter de Cristo Jesús, lo que en realidad nos va a dar la victoria sobre él, sus demonios y sus maquinaciones. Implícitamente este último verso lleva consigo una exhortación; es imposible que podamos ejercer el carácter de Jesús, si no lo conocemos y es imposible conocerlo si no conocemos su Palabra. Él se revela desde el Génesis hasta el Apocalipsis, Él a su vez, nos revela al Padre y solo conociendo el carácter del Padre, podremos entender cómo quiere Él que seamos y mientras más seamos como Él, mayor victoria vamos a tener sobre el enemigo y sus demonios, sobre el mundo y sobre nuestra naturaleza caída.