Al Cuidado De DiosMuestra
Mi Guía
Él renueva mis fuerzas. Me guía por sendas correctas, y así da honra a su nombre (Salmos 23:3 NTV).
Un hombre nadaba contra la corriente de un río; como se entrenaba todos los días, al principio el esfuerzo pareció dar buenos resultados, había avanzado un buen tramo venciendo la corriente. Este nadador se olvidó que era un simple ser humano, y sus fuerzas se agotaron, y cuando no pudo más, se dio por vencido y fue arrastrado por la corriente.
Cuando nos faltan las fuerzas somos muy propensos a desviarnos del camino, somos rápidos para descarriarnos; somos como las ovejas, se salen del camino con mucha facilidad. Es fácil tomar malas decisiones cuando estamos sin fuerzas, decisiones que nos llevan al dolor y a la tristeza.
Pero cuando nos encontramos débiles o sin fuerzas, el Señor nuestro Pastor nos guía a lugares tranquilos para recobrar las fuerzas, y entonces con amor nos renueva y nos vuelve a fortalecer para seguir creyendo en Él. Por amor nos empieza a atraer de nuevo a Sus caminos.
En ocasiones nos dejamos llevar por nuestra propia sabiduría, ignoramos por completo que nos estamos desviando del camino que Dios trazó para nosotros. Es en ese momento cuando aparece el Pastor y nos guía por el camino correcto con Su dulce voz, nos hace volver a caminar por Sus sendas de justicia. Nos regresa a Sus veredas, no porque nosotros lo merezcamos, sino más bien por amor a Su nombre.
Necesitamos escuchar la voz del Pastor todos los días para no desviarnos. Para que tomes buenas decisiones no dejes de escuchar la voz de Dios. Deja que Dios te guíe.
Tal vez te preguntes: ¿Cómo dejo que Dios me guíe?
- Reconoce que necesitas ser guiado.
- Ten fe para creer que el camino de Dios es el mejor.
- Aprende a escuchar la voz de Dios pasando tiempo con Él.
- Confía en Dios, abandónate en Sus manos.
El Pastor, nuestro Dios requiere una cosa, que nosotros seamos dependientes de Él y que demostremos que realmente lo necesitamos.
Acerca de este Plan
Estar en las manos de Dios es el mejor lugar en el cuál podemos estar. No hay mejor cuidador que nuestro Dios. David escribió este Salmo a manera de declaración de su fe en su Pastor. Sumérgete en las preciosas promesas del Salmo 23 y conoce el amoroso, perfecto y redentor cuidado de Dios para todos aquellos que creen en Él.
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Nos gustaría agradecer a Christian Chiluisa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/capellan.chris/