Al Cuidado De DiosMuestra

Mi Protección

Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan (Salmos 23:4 NTV).

La vida es como una montaña rusa, hay altos y bajos. La vida es una mezcla de momentos, algunos son de alegría y otros son de tristezas, incertidumbre, soledad. Los momentos de prueba también forman parte de la vida.

Debemos saber que las pruebas y dificultades de la vida son inevitables, ningún ser humano se libra de tener días no tan buenos.

Las pruebas son imparciales. A la gente buena le pasan cosas malas; y a la gente mala le pasan cosas buenas. El sol sale para todos y la lluvia cae sobre todos.

Además, las pruebas son impredecibles. Los valles vienen cuando menos lo esperamos.

Existe un pensamiento equivocado el cual dice que por el hecho de estar en los caminos del Señor la vida se volverá fácil y que no habrá circunstancias difíciles qué atravesar. David dice en este Salmo: "Aun cuando yo pase por el valle más oscuro". Lo que David sabía era que, si bien él no desearía que llegue ese valle, existía la posibilidad de que tarde o temprano tenga que atravesar el valle más oscuro. ¿Cuál ha sido ese valle que te ha tocado atravesar? La angustia, la soledad, el rechazo, la ruptura de relaciones interpersonales. Haya sido cualquiera de estos valles, si estamos aquí, y si estás leyendo esto es porque el Señor te sacó de ese valle o te está encaminando hacia la salida.

David no negaba esa posibilidad, pero en David no había ninguna duda, él sabía que no lo dominaría el temor, porque él no caminaba solo por ese valle, él estaba acompañado por su Pastor.

El pastor de ovejas trabajaba con una vara y un cayado, con la vara corrige, pero también defiende a las ovejas de los peligros inminentes del valle; y con el cayado el pastor guía, encamina al rebaño.

Cuando el Señor es nuestro Pastor nos hará atravesar el valle de sombra de muerte sin temor, Él estará animándonos para no estancarnos, sino que nos ayudará a avanzar.

Si estás pasando por un valle muy oscuro declara con fe: ¡Señor, no temeré, Tú estás conmigo y no me dejarás aquí en este valle, me harás salir victorioso, Tú me infundirás aliento!

Las pruebas tienen un fin, tienen un propósito en nuestras vidas. Las pruebas que debemos enfrentar en esta vida tienen una razón de ser. Sirven para crecer en la fe, para madurar, para conocer a nuestro Dios, para ser transformados. Las pruebas responden a un plan de Dios.