Al Cuidado De DiosMuestra

Mi Defensa, mi Sanidad, mi Plenitud

Me preparas un banquete en presencia de mis enemigos. Me honras ungiendo mi cabeza con aceite. Mi copa se desborda de bendiciones (Salmos 23:5 NTV).

Estas tres acciones: preparar un banquete, ungirlo y llenar su copa, que hace Dios como el Pastor hacia David Su amado, nos permiten conocer con más profundidad el tierno cuidado de Dios para aquellos que creen en Él.

Quienes hemos confiado en Dios como nuestro defensor debemos tener en nuestro corazón la certeza de que Dios hará que los enemigos que alguna vez se levantaron contra nosotros vean como Dios mismo nos prepara un banquete, lo cual simboliza esa comunión y cercanía con Dios, nuestro defensor. Los enemigos con los cuales tú has estado luchando todo este tiempo verán que tu Dios no te ha desamparado, sino que ha preparado una mesa para que te alimentes de los manjares que son Sus promesas. Y ellos dirán: "¡Dios lo defiende, no se ha olvidado de él!".

La unción con aceite se utilizaba para muchos fines, los pastores ponían aceite sobre las heridas de las ovejas para que cicatricen y sanen. El Señor, nuestro Pastor nos sanará de aquellas heridas que nos hayan provocado otros en el pasado. No debemos quedarnos con la herida, debe ser atendida; quienes permanecen heridos no progresan; cuando estamos atados al pasado no podemos avanzar. Deja que Dios te unja con Su Espíritu y sane las heridas de tu corazón. Deja que Él te sane de esos recuerdos tan dolorosos que día y noche te atormentan. Al mismo tiempo, a los invitados especiales se les ungía con aceite perfumado en señal de honra y de que eran bienvenidos; así es como el Señor nos honra al entablar una amistad con Él y nos dice que somos bienvenidos a Su Presencia.

Y por último, David dice que el Señor su Pastor hace desbordar su copa de bendiciones. Permíteme decirte que nada de lo que el mundo puede ofrecerte puede darte esa plenitud que solo Jesús puede producir. Te sentirás pleno en Él, no habrá nada que desees fuera de Él, la plenitud y la saciedad vienen a nuestras vidas cuando Dios es nuestro todo. La copa no solo estaba llena, estaba rebosante, así será tu gozo, no solo dirás "estoy lleno de gozo", sino que rebosará el gozo en tu vida y contagiaras a otros.