Con Las Manos VacíasMuestra

"Hagamos lo propio"

Confío en que todo lo que nuestro Padre nos permite vivir, está bajo su control. Él es el autor intelectual y material de toda prueba que nos permite testificar del amor que hay en nosotros por Él, gracias a Jesucristo, gracias al poder del Espíritu que nos lleva a obediencia.

Permanecer confiados, esperando en Él, el cumplimiento de sus divinas promesas; es así como nuestro Padre, quiere que afrontemos las pruebas. No hay por qué temer, mientras estemos cimentados sobre la Roca "Cristo Jesús"; mientras permanezcamos en conexión con nuestro Padre y con su Hijo a través del Espíritu Santo, vamos a tener la certeza de que cada día que vivimos, sea lo que sea que contenga, estamos bajo el dominio del Reino de los Cielos y son los propósitos de Dios los que rigen nuestra vida. De tal forma, que la prueba por la que estemos pasando se convierte en una bendición que nos permite glorificar a nuestro Padre, haciendo que Cristo Jesús, crezca en nosotros en medio de esa prueba.

Recuerdo que uno de los regalos más maravillosos que mi esposo y yo, pudimos recibir mientras pasábamos esa prueba; se encuentra contenido en el libro de Filipenses, usado por nuestro Padre para fortalecernos y catapultarnos hacia el principal propósito que tenemos como hijos suyos; el propósito de producir el fruto de la salvación, que es el carácter justo de Jesucristo, porque esto da mucha gloria y alabanza a su Nombre. (Ver Filipenses 1:11). Siempre me ha gustado mucho este versículo; sin embargo, a través de la prueba que enfrentamos, pude comprender que es ahí, en medio de la prueba, donde mayor oportunidad tenemos como hijos de Dios de vivirlo.

Si notamos bien, ese primer capítulo de Filipenses, nos revela a Pablo en prisión; pero totalmente cimentado y confiado en Cristo Jesús, firmeza que le permitía no sólo cumplir con lo que más le apasionaba "proclamar la Buena Noticia"; sino principalmente, testificar a Cristo Jesús a través de lo que estaba viviendo, porque a pesar de que estaba en prisión, testificaba la libertad en la que vivía en Cristo Jesús, testificaba su carácter.

Esta es una de las más fascinantes lecciones que podemos aprender en medio de la prueba, valorar la prueba como un recurso y la mejor oportunidad para manifestar y expresar a Cristo Jesús, a través de nuestra vida, porque es la forma en que realmente podemos dar gloria y honra al Nombre de nuestro Padre Eterno. Hagamos lo propio, aprovechemos todo tiempo para crecer en el carácter de Cristo Jesús, el resto vendrá por añadidura.

Confío este plan te haya abierto el entendimiento y hayas podido comprender que a pesar de las pruebas que enfrentes; nuestro Padre, tiene el control. No hay prueba lo suficientemente difícil de enfrentar si te cimentas en la identidad de hijo suyo, a través de Cristo Jesús. Verás cómo nuestro Padre, se encargará de sustentarte, protegerte y guiarte hacia el cumplimiento de sus propósitos. Ten fe en Él y en su Hijo Jesús, todo está bajo su control, todo va a estar bien.

Nuestro Padre, añadirá en su tiempo aquella nueva oportunidad laboral, esa empresa propia, esa sanidad, esa restauración; en general, ese milagro que hemos albergado en el corazón, antes y durante la prueba. En fin, puede incluso que no nos dé nada de lo que le hemos pedido, a lo mejor su propósito va más allá de las añadiduras que puede darnos; quizá, Él quiere que nos enfoquemos en servirle de tiempo completo en favor de su Reino. De lo que podemos estar seguros, es que lo que determine hacer con nosotros, será mucho mejor de lo que nos imaginamos. Él hará conforme su voluntad y añadirá según sus tiempos lo que ha determinado entregarnos para que con ello sigamos glorificando su Nombre en Cristo Jesús. Así sea.