10 días de intimidad con DiosMuestra

No estás solo.

«Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan» (Salmos 23:4, NTV).

La vida no es fácil. No importa en qué etapa de vida te encuentres, algo es seguro: vas a tener problemas. Puede ser una enfermedad, una crisis matrimonial, una traición, una adicción, problemas económicos, ansiedad, depresión, soledad u otros.

Jesús no nos prometió una vida sin problemas, pero sí nos prometió que estaría con nosotros cuando atravesemos problemas. No luches solo, no intentes solucionar todo con tus propias fuerzas, porque no vas a poder. Entrégale tus problemas a Dios, Él quiere ayudarte a salir adelante.

¿Qué decisión vas a tomar? Dios te está estirando Su brazo, ¡toma Su mano! Él es fiel, nunca te va a dejar. Puede que tus problemas sean grandes, pero Dios es más grande que tus problemas.

• Pregúntate:
  - ¿Qué problemas estoy atravesando hoy?
  - ¿Estoy luchando solo o estoy tomando la mano de Dios?
  - ¿Confío en que Dios puede ayudarme con mis problemas?
  - ¿Cómo puedo acercarme más a Dios en mi día a día?
• Desafío para hoy:
  - Tómate unos minutos para hablar con Dios y contarle tus problemas. Él ya los sabe, pero quiere que seas tú quién lo invite a intervenir.
  - Anota en un papel algún problema que hayas atravesado en el pasado y cómo Dios estuvo ahí para ti. Piensa en esto: de la misma forma en que Dios te ayudó ayer, te puede ayudar hoy.