10 días de intimidad con DiosMuestra

El teléfono de Dios.

«Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces» (Jeremías 33:3, RVR60).

El celular se convirtió en una herramienta indispensable para comunicarnos, trabajar, estudiar y mucho más. Hasta para comer tenemos el celular sobre la mesa, y lo revisamos constantemente. Lo curioso es que pasamos todo el día con el teléfono en la mano, pero nunca logramos esa misma conexión con Dios. Chequeamos mensajes, sacamos fotos, subimos historias, revisamos el feed de Instagram, miramos reels… ¡horas y horas con el celular en la mano!, pero rara vez hacemos lo mismo con Dios. Es más, a veces no aguantamos ni 5 minutos hablando con Él.

Quiero que pienses en esto y seas honesto contigo mismo: ¿Pasas más tiempo con el celular o hablando con Dios? Y no me refiero a temas laborales o llamadas urgentes, sino al tiempo de ocio (redes sociales, juegos, mensajes).

La oración es la forma que tenemos para comunicarnos con Dios, es el teléfono disponible para conversar con Él. El teléfono de Dios nunca está ocupado para ti, funciona las 24 horas del día. Puedes llamarlo a cualquier momento, y Él te va a responder. A veces se siente desplazado por cosas como el celular. Él quiere ver que es importante para ti, y una forma de demostrárselo es pasando menos tiempo con el celular y comunicándote más con Él.

¿Qué vas a hacer? Dios está esperando tu llamada. Es tu elección.

• Pregúntate:
  - ¿Cuánto tiempo estoy dedicando a hablar con Dios?
  - ¿Puedo asegurar que tengo una comunicación fluida con Él? ¿O lo llamo sólo cuando necesito algo?
  - ¿Cómo puedo incorporar el hábito de la oración en mi vida?
• Desafío para hoy:
  - Pasa todo este día hablando con Dios. Háblale cuando vayas caminando, cuando estés en el trabajo, cuando estés en casa. Que pueda estar presente en todo tu día.
  - Busca formas para mejorar tu comunicación con Dios. Puedes ser creativo, Dios te escucha en cualquier lugar y en cualquier momento.