¿Dónde está Dios?Muestra

Las crisis de fe

Hay momentos en la vida que el dolor y el sufrimiento tocan a la puerta de manera súbita. En esas circunstancias solemos preguntarnos: ¿Por qué a mí? Hay quienes dirían que no debemos preguntar por qué, sino, ¿para qué? De cualquier forma, ninguna de las preguntas calma el dolor y muchas veces la queja y el reclamo surge aún contra Dios. Solemos pensar también que estamos sufriendo un castigo por algo, por eso surgen expresiones como: “¿Qué estaré pagando?”, ifluenciados por la idea de premio y castigo.

El texto de hoy nos muestra una historia de desplazamiento, dolor, necesidad, viudez, abandono y soledad. Es muy importante ubicar esta historia en su contexto ¿Qué estaba sucediendo en ese tiempo? Se menciona que era el tiempo de los caudillos (Jueces). Esa época fue muy difícil, un tiempo de anarquía e infidelidad con Dios. El libro de Jueces termina diciendo: “Que cada uno hacía lo bien le parecía”. Un tiempo de maldad, homicidios, crueldades y hambre. Una época muy parecida a la nuestra. Esa fue la razón por la que una familia tuvo que emigrar a tierras extranjeras en busca de un futuro mejor. ¿Le suena familiar esa realidad? ¿Se ve esto en este tiempo? Esta familia vivía en Belén que significa “Casa de pan”, y paradójicamente allí, había hambre.

Esta familia viviendo en tierras extrañas vive la muerte del padre y luego la muerte de los hijos, quedando la viuda solo con las nueras. La pregunta que surge es: ¿Dónde está El Señor en medio de todo esto? ¿Por qué Dios permite estas tragedias? Pareciera que estuviera dormido. Algo así como les sucedió a los discípulos cuando estaban en alta mar, asustados por la furia del mar y Jesús estaba durmiendo a bordo.

En momentos como esos, que cualquier creyente fiel podría enfrentar, recordemos que el camino a la gloria no es un camino fácil sino escabroso, pero que siempre nos llevará a Él. Dios en Su Palabra no promete vidas fáciles, pero si nos promete Su presencia que nos da descanso. Nos promete caminar con nosotros. Lo difícil para nosotros es creer que Dios está en control, pero al final de esta historia podemos ver que sí. Podemos ver que lo mejor está por venir. Confiemos en Él en toda circunstancia.