¿Dónde está Dios?Muestra

La providencia divina

Las personas reaccionamos de maneras diferentes ante el dolor y el sufrimiento. Algunos quedan paralizados, deprimidos, otros reaccionan de manera fatalista, etc. Esta parte de la historia de Rut y Noemí, nos muestra que ellas no se quedaron quietas, sumidas en su dolor, sino que tomaron decisiones e hicieron su parte para salir adelante de la situación en la que se encontraban.

Cuando llegaron a Belén, Rut le pide a Noemí salir a trabajar recogiendo las espigas que quedaban de la siega. La suegra le da permiso. Era costumbre en aquella época dejar algo para los pobres. Aunque recordemos que era la época de los Jueces en donde cada uno hacía lo que bien le parecía. Por lo cual era también probable que algunos llegaran al punto de no dejar nada al momento de segar.

El libro nos muestra que no hay suertes o casualidades. Sino que Dios está en control. Había muchos campos en los cuales Rut había podido llegar a recoger espigas. Pero “dio la casualidad de que el campo donde estaba trabajando pertenecía a Booz, el pariente de Elimélec”. Algunos llaman a esto Diosidencias. Tratando de decir que lo que llamamos casualidad o coincidencias, realmente es Dios quien está detrás, obrando para el bien nuestro.

Por eso a la pregunta: ¿Qué debemos hacer frente a los infortunios de la vida? La primera sencilla pero poderosa respuesta a la luz de la Escritura es confiar, y como resultado de esta confianza, actuar haciendo lo que esté a nuestro alcance, y descansar en que Dios está en control.

Dios tiene propósitos con cada uno de nosotros. Planes más grandes de lo que nosotros imaginamos.