Una Familia ExtraordinariaMuestra

Es fácil dejarse llevar por las demandas y distracciones de la vida cotidiana. A veces, sin siquiera darnos cuenta, comenzamos a priorizar otras cosas por encima de nuestro matrimonio. Podemos perder de vista la importancia de nuestra relación con nuestro cónyuge y descuidarla.

Te animo a que reflexiones sobre las áreas de tu vida donde has dejado de lado tu matrimonio. ¿Has permitido que tu carrera, tus hobbies o incluso las opiniones de otros ocupen el lugar que debería pertenecer a tu cónyuge? A veces, sin quererlo, ponemos a otras personas y responsabilidades en primer plano, relegando a nuestra pareja a un segundo plano.

Es momento de tomar medidas y hacer una ruptura intencional. Comprométete hoy mismo a priorizar tu matrimonio sobre otras responsabilidades y relaciones. Reconoce que tu cónyuge es tu compañero/a de vida, esa persona especial con quien compartes un vínculo único y sagrado.

Haz un esfuerzo consciente para invertir tiempo y energía en tu matrimonio. Cultiva la comunicación, el respeto mutuo y el apoyo incondicional. Aprende a escuchar y entender las necesidades y deseos de tu cónyuge. Juntos, construyan una base sólida de amor, confianza y compromiso.

Recuerda que el éxito en el matrimonio no se logra por casualidad, sino a través de una dedicación constante. Elige a tu cónyuge como tu prioridad número uno y demuéstrales con acciones concretas que estás comprometido/a con ellos.

Hoy, toma la decisión de hacer una ruptura intencional en tu vida. Prioriza tu matrimonio sobre cualquier otra influencia o prioridad. Verás cómo esta elección fortalece y transforma tu relación de pareja.

Reflexiona sobre estas preguntas:

• ¿Cómo están cultivando su dependencia de Dios como pareja?
• ¿En qué áreas de su matrimonio necesitan buscar más la guía y el poder de Dios?