Una Familia ExtraordinariaEjemplo

La serpiente sedujo a Eva, diciéndole que al comer del fruto, sus ojos se abrirían y sería como Dios. Eva, convencida por el atractivo de la sabiduría que le ofrecía, tomó del fruto y lo comió.

Este relato nos muestra cómo el deseo del "Yo" puede ser un peligroso enemigo en nuestras vidas. El "Yo" nos impulsa a buscar nuestra propia sabiduría y poder, a poner nuestras necesidades y deseos por encima de la voluntad de Dios. En el caso de Adán y Eva, su deseo de ser como Dios la llevó a desobedecer a Dios y a cometer un acto de pecado.

¿Has pensado alguna vez en cómo el deseo del "Yo" puede influir en tus decisiones? ¿Te has dejado llevar por la idea de obtener sabiduría o poder por tus propios medios, sin considerar las consecuencias? Examina tu corazón y tus motivaciones.

Reconoce que el "Yo" es la base de todo pecado. Cuando permitimos que nuestras acciones estén impulsadas por el egoísmo y la autosuficiencia, nuestras relaciones y familias pueden sufrir las consecuencias. El "Yo" nos separa de Dios y de los demás, impidiendo que experimentemos el amor y la unidad que Él desea para nosotros.

Aprende de la experiencia de Adán y Eva y las consecuencias de su elección egoísta. Busca en cambio la humildad y la obediencia a la voluntad de Dios. Reconoce que solo en Él encontramos la verdadera sabiduría y el verdadero poder. Permite que Su amor y Su guía dirijan tus decisiones y acciones.

Recuerda el mayor enemigo de la familia soy yo, y por lo tanto yo necesito poner a Dios como primero y a mi familia como segundo, la familia es el primer y mayor ministerio que Dios te ha dado, no lo descuides.

Reflexiona sobre estas preguntas:

• ¿Cómo el deseo del "Yo" de ser importante y sabio ha afectado tus relaciones familiares?
• ¿Cómo puedes resistir las tentaciones del "Yo" y comprometerte a buscar a Dios y obedecer Sus mandamientos en tus relaciones familiares?