Sanándonos

“Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor” (Colosenses 3:23-24 NVI).

¿QUÉ SIGNIFICA SANAR?

Restituir, restablecer, reponer la salud física, emocional, espiritual, perdida; devolver a la persona su estado general de bienestar.

¿CÓMO SANAMOS?

Mateo 4:23-24 NTV

1. Algunas veces la curación se producía de modo gradual, mientras que en otras era instantánea.

2. De modo gradual, a través del servicio, día a día, buscando su rostro y presencia en cada mañana, dejando todo en sus manos y permitiendo su guía en el proceso.

3. Aceptando la realidad y confiando en su poder y majestad, viviendo con esperanza, de que nada se sale de su dominio y todo tiene un propósito, en cada momento, cada día, cada temporada.

4. Con una comunión constante que nos lleva a ver su Reino sobre nosotras como cuidadoras, en su Presencia hay sanidad y restauración.

Es importante saber que hay miles de testimonios de cómo los cuidadores van siendo transformados durante su servicio. No solo cuidadores directos, como familiares, sino también en los externos, es indiscutible como observan cambios en su carácter, en su rendimiento y efectividad, en su salud, y cómo se va forjando el carácter de Cristo en ellos.

Esto también Incluye a no creyentes, van sintiendo y viéndose más amorosos, compasivos y misericordiosos; el principio de la siembra y del amor, en este caso, da resultado al 100%.

Colosenses 3:23-24 NVI

Hacer las cosas con amor mejora nuestra calidad de vida y nuestras relaciones, nuestra vida gira en torno a nuestras acciones y decisiones que tomamos con base en nuestras necesidades y sentimientos. Muchas veces actuamos sin detenernos a pensar que el amor genera amor y esto genera poder vital.

Hacer las cosas por Amor mejora la autoestima y es un antídoto contra el estrés. El amor reduce la producción de cortisol, una sustancia relacionada con el incremento de la tensión arterial y mejora la producción de oxitocina, la llamada hormona del bienestar, la cual reduce el riesgo cardiovascular.

Debemos servir a nuestros semejantes para lograr la vida eterna. Dios ha dicho que aquellos que vivan con Él deben amar y prestar servicio a Sus hijos.

Mateo 25:34-40 NVI

Un corazón que sirve es un corazón dispuesto, es un corazón que quiere. Si hay algo que queremos hacer con la suficiente fuerza, de alguna manera encontraremos la manera de hacerlo. Vivir desde el Amor es entender el más alto significado de la vida. Es una forma de vivir con humildad, lejos de nuestro ego y reconociendo a cada ser humano. Cuando aplicamos el Amor y/o el agradecimiento en lo que hacemos, la sensación de realizar la tarea en sí misma resulta más motivadora, frente a percibir una sensación de malestar o que nos resulte arduo llevarla a cabo. Cuando es solo obligada no da felicidad. “El hombre que no trabaja por amor al trabajo, sino solamente por dinero, no es muy probable que haga dinero, ni que encuentre mucha diversión en su vida”.

Oremos

Señor, ayúdame a mantener un corazón sano para servirte. Ayúdame a ser responsable de esa sanidad que tú tienes para cada uno de nosotros, entiendo que te sirvo mejor cuando mi alma está estable, entiendo que mis emociones, mente y voluntad deben estar sometidas a ti y limpias para caminar como es digno de ser tu hija.

Señor, me comprometo contigo a soltar toda carga que impida mi sanidad, que el perdón sea evidente en mí, recibiendo tu perdón por todo lo que no he hecho bien, perdonando a otros porque no me han hecho bien, e incluso perdono la persona que cuido cuando por circunstancias familiares o por su mismo estado de salud no me trata bien.

Mi mirada la tengo en ti. Amén.