Cumpliendo la Gran Comisión

Desde que aceptamos a Cristo en nuestro corazón, todos estamos capacitados para compartir lo que significa aceptar a Cristo como nuestro Salvador y con mayor razón a quienes estamos cuidando debido a una condición de salud precaria o incluso en una fase terminal.

Estas personas a quienes cuidamos, debido a la situación que viven, se encuentran dispuestos a escuchar acerca de las cosas espirituales, lo cual debemos aprovechar para cumplir la Gran Comisión:

“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mateo 28:19 NVI).

“Les dijo: —Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas noticias a toda criatura" (Marcos 16:15 NVI).

¿CÓMO COMPARTIR DE CRISTO?

• Pide a Dios que bendiga el tiempo que va a pasar como cuidador.

• Procura estar a solas con él.

• Habla del juicio y de la vida eterna.

• Habla sobre lo que significa el pecado y sus consecuencias con palabras sencillas.

• Comparte que Dios nos da la solución para el pecado explicando la muerte de Jesús en la cruz.

• Señala que Jesús es el único medio para ser salvo.

• Sugiere hacer la oración de salvación.

BENEFICIOS PARA EL ENFERMO AL RECIBIR A CRISTO

Definitivamente, la presencia de Dios en la vida de una persona con una disminución en su salud o con una enfermedad terminal, cambia el enfoque al ver su enfermedad, pues Dios da esperanza a través de su Palabra, y hace que la persona encuentre un propósito para vivir a pesar de las circunstancias guiándole a sobrellevar este tiempo con una actitud de agradecimiento y no de queja.

Salmo 23:1-3 NVI

Oremos

Señor Jesús, en tus manos entrego mi vida para ser un puente de bendición para quienes están a mi cargo en este tiempo, dame la valentía, estrategia y sabiduría para compartirles de tu palabra, que ello entiendan que cuando les llames a tu presencia, habrá una esperanza de un encuentro contigo en nuestra vida eterna. Ayúdame a ser esa luz para estas personas que quizás no han conocido de ti, pero que ahora en su estado tendrán el privilegio de conocerte y tomarte de tu mano para que sean sostenidos por ti y tengas los días que tú determines llenos de gozo y paz. Amén.