Fuerte Como Una MadreMuestra

Esas imágenes de ciervos ágiles trepando por los riscos de un paisaje montañoso sin duda parecen sacados de un documental de National Geographic. Si alguna vez te quedaste sin aliento al observar los delicados movimientos de esos animales mientras brincaban en un acantilado escarpado, entonces también conoces el alivio de ver que por fin llegaban al nivel del piso. ¡Parece que siempre lo logran!

Cuando piensas en la palabra "fuerza", probablemente el ciervo no sea el primer animal que te imagines. Tal vez un elefante con su enorme tamaño, un oso grizzly de patas gigantes y tremendo peso, o incluso un tigre con su rugido resonante y mandíbula mortal, todo eso viene a la mente un poco más rápido. Si bien cada uno de esos animales es igualmente impresionante a su manera, ninguno de ellos puede escalar montañas como lo hace el ciervo.

¿Cuál es el punto? ¿Estamos en un curso de zoología? El punto es que la fuerza del ciervo es mucho más delicada, mucho menos obvia, pero igualmente efectiva para su propósito. Encuentra tu fuerza en Dios, querida. Cuando lo hagas, no siempre necesitas ser obvia o gritarlo a los cuatro vientos; a veces, Él nos hace ser delicadas y precisas. A lo largo de este día, mi oración es que encuentres fuerza para los lugares angostos y te eleves por encima de cada obstáculo con una fuerza delicada que venga directamente desde el trono celestial.

Dios, Tú eres mi fuerza. ¡Gracias por ello! Dejo a un lado toda fuerza falsa. Ayúdame hoy a ver cuál es la fuerza que has diseñado para mí. Te pido fuerzas para hoy; ayúdame a superar cada situación difícil con la fuerza que viene de Ti. En el nombre de Jesús, amén.