Fuerte Como Una MadreMuestra

Me encanta hacer limpieza profunda de clóset. Hay una cierta sensación liberadora al ver tres montones de ropa: lo que se queda, lo que se regala y lo que se tira. Es real: puedo concentrarme y empezar a despejar todo. Una vez, estaba tan concentrada en la limpieza que me dejé llevar un poco más de lo usual; con la tremenda emoción que esto me genera, terminé deshaciéndome de un vestido que en verdad me gustaba mucho y que era uno de los favoritos de mi esposo. Cuando somos descuidados, podemos llegar a desechar las cosas buenas de la vida.

En este versículo del libro de Hebreos está un recordatorio para hoy: ten cuidado de ti misma y cuida tu confianza. A pesar de lo dura que puede parecer, la confianza es en realidad bastante frágil, ¿no lo crees? Solo se necesita que un proyecto no salga bien, que tu hermana te llame por teléfono o que encuentres fotos antiguas, y de pronto, la confianza se tambalea. El escritor de Hebreos lo sabe y, por ello, nos recuerda que debemos mantener firme nuestra confianza. El resultado de nuestra confianza es la capacidad de hacer la voluntad de Dios, y en ello hay una gran recompensa.

Mantén firme tu confianza y fortalécete hoy.

Amado Dios, ayúdame a valorar la confianza que me has dado. Te pido que me ayudes a enfocarme y no ser descuidada. Guárdame de cualquier cosa que pueda robar mi confianza en Ti. En el nombre de Jesús, amén.