Fuerte Como Una MadreMuestra

Ester era una mujer muy valiente. Si nunca has leído su historia, te animo a que lo hagas. Su fuerza provenía de una pasión por salvar a su pueblo, ya que mientras Ester se sentaba en el palacio, a salvo de cualquier daño o incomodidad, su familia corría gran peligro. Usó su valentía no para salvarse o ser mejor, sino para ayudar a quienes no tenían el poder o la posición que ella tenía.

Me identifico con Ester. La mayoría de las veces sería más fácil quedarme en mi lugar de comodidad que armar un escándalo, hacer ruido y arriesgar todo por otra persona. Mardoqueo le da a Ester una lección de humildad y un recordatorio. A fin de cuentas, Dios cumpliría Su propósito, se castigaría toda injusticia para que prevaleciera Su justicia. Pero, ¿te atreverías a jugar el papel que te corresponde en Su obra maestra?

En tu área de influencia, hay algo en particular para lo que Dios te diseñó. ¿Te quedarás sentada cómodamente? ¿O serás valiente para defender a los demás? Antes de que te sumerjas en el trajín de hoy, tómate un momento para preguntarle a Dios: ¿Cuál es mi “momento como este”?

Jesús, gracias por invitarme a estar cerca de Ti. Gracias por Tu fuerza y valentía en mi vida, todos los días. Interrumpe mi comodidad. Quiero ser parte de lo que Tú estás haciendo aquí y ahora; muéstrame de qué forma puedo hacerlo. En Tu nombre, amén.