Cambio de mentalidad

La Biblia nos cuenta que los israelitas querían dejar de ser esclavos, pero no estaban preparados para el cambio. Mientras cambiaban de lugar, sus mentes seguían esclavas y arrastraban consigo todas sus frustraciones y limitaciones mentales.

La mente es una de las áreas más difíciles de cambiar y en la Palabra podemos encontrar cuán necesario es renovarla. Nuestra mente no nos deja tener fe, porque trabaja con la vista y la fe no funciona de esa manera.

Una mente no renovada es la que ocasiona que no ocurran cambios contundentes en nuestras vidas.

Muchas veces las cosas cambian a nuestro alrededor, pero nosotros seguimos iguales, porque no hemos cambiado lo esencial.

Dios quiere que cada día asumamos una renovación de nuestra mente, pues esta es la única forma en la que llegaremos a conocer cuál es su buena voluntad para nosotros. Esta renovación solo es dada por el Espíritu Santo.

Cuando tomemos la decisión de cambiar dentro de nosotros, esos cambios se reflejarán cada día dondequiera que vayamos. Entonces comenzaremos a vivir el propósito de Dios.