Lecciones de un jardínMuestra

Día 1: Preparar la tierra

Lo primero que tenemos que hacer antes de plantar una semilla es preparar la tierra, seguro te preguntas cómo se hace eso. Resulta que si la tierra donde vas a plantar tiene muchas piedras, eso limitará el crecimiento de la planta y no recibirá los nutrientes que necesita.

Entonces, con esto dicho imaginemos que la tierra es nuestro corazón, la semilla es la Palabra de Dios y las piedras serían una adicción, un pensamiento tóxico o una emoción descontrolada.

Dios quiere plantar algo valioso en tu corazón, pero para que haga eso tienes que reconocer y sacar todas esas piedras. Decidir entregárselas a El, porque El sabe muy bien lo que necesitas. Recuerda, Dios no te juzga ni te condena, El quiere traer a tu vida sanidad y restauración.

Dejemos que la Palabra de Dios sea una herramienta para poder sacar todas esas piedras e impedimentos que evitan que florezca lo que Dios ha puesto en nosotros.

Paso práctico del día:

Ten un tiempo con Dios, donde puedas identificar qué piedras están en tu vida y haz una lista de ellas. Luego, ora entregando cada una de ellas, en tus propias palabras.

Frase a recordar:

“Entrégale tus piedras a Dios y El va a saber qué hacer con ellas”.