Lecciones de un jardínMuestra

Día 2: Plantados para florecer

Para que una planta pueda dar un fruto saludable es determinante el proceso para que la semilla florezca.

Para que la semilla florezca, tiene que ser plantada a cierta profundidad en la tierra, siendo cubierta al 100% y en una absoluta oscuridad. Poco a poco la semilla empieza a absorber los nutrientes necesarios y comienza a crecer hasta que finalmente se ve un pequeño brote.

Teniendo este proceso en mente, ¿Te ha pasado que muchas veces nuestra relación con Dios se puede ver similar a esta temporada? Bajo la tierra, en oscuridad y con mucha presión. Una temporada donde sientes que Dios no está obrando porque ocurren problemas en casa, te molestan donde estudias o tienes días de profunda soledad. Cuando el miedo o la frustración porque nada cambia se juntan la sensación es terrible y hasta creemos que siempre será así.

Si bien no te puedo garantizar cuánto durará esta temporada, si te puedo garantizar que nunca estuvo en los planes de Dios que atravieses esto por tu cuenta, y mucho menos sin ninguna herramienta. Así pues, tenemos la Palabra de Dios llena de promesas para cada una de nuestras temporadas, aún bajo tierra, en oscuridad y presión. Tenemos promesas a las cuales nos podemos aferrar sabiendo que Dios cumple lo que promete y que ya está obrando en nuestra temporada aunque no lo veamos.

Paso práctico del día:

Busca un versículo o promesa que Dios te está dando para esta temporada y colócalo en un lugar visible para ti, donde lo puedas recordar cada día.

Frase a recordar:

“Dios sigue obrando aunque no lo veas o lo sientas así”.